Reflexión: Preso por su fe

Un Destellito En Las Manos  De Dios

En la historia del hombre hay hechos que conmueven, comienza a relatar Destellito. En Escocia, vivió una niña llamada Grizel Hume. Eran los tiempos en que la persecución contra los cristianos se hacía cada vez más dura. En cierta ocasión su padre, que también abrazaba la fe, requería enviar un mensaje importante a su amigo Roberto, encarcelado por predicar a Jesús, él no se atrevía por el temor a quedar preso. Grizel, que estaba atenta a la situación, dijo a su padre, “papá, déjame ir, yo le entregaré ese mensaje a tu amigo, como soy tan solo una niña, nadie reparará en mí”. Su padre, muy a su pesar le permitió ir, y la chica en un momento de descuido del carcelero al abrir el pesado portón, se escurrió hacia el interior sin ser vista por nadie. Al entregar el mensaje a Roberto se dio cuenta que junto a él estaba un niño, su hijo, quién también estaba detenido por su fe en Cristo Jesús.

Al salir y retornar a su casa, su pensamiento estaba con el hijo de Roberto. Posteriormente, al cabo de unos meses, Roberto fue ahorcado por unos soldados a causa de creer en el Hijo de Dios. También intentaron matar al padre de Grizel, pero gracias a ella se pudo salvar, dijo Destellito.

Preso Por Su Fe

 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.  2^a de Timoteo 3:12. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.  Mateo 10: 39.

Destellito está profundamente conmovido por la persecución que están sufriendo hombres, mujeres, y niños, tanto en Asia como en África a causa de su fe en el Señor Jesús. La crueldad ha llegado a límites intolerables, y son muchos los testimonios que hablan de esa realidad. También existe una persecución encubierta contra los hijos e hijas de Dios en otras partes del mundo, y que también son motivo de preocupación.

Grizel, vivió de cerca esa situación. El Señor ha dejado escrito, que aquellos que    han aceptado a Jesús como único y suficiente Salvador personal, y se preocupan de vivir en santidad, harán reaccionar al mundo que los rodea y motivados por el diablo, sufrirán algún tipo de persecución, incluso, como sucede actualmente, pasar por el martirio. En esas circunstancias tan desfavorables, Cristo Jesús, ha prometido que los lugares del cielo estarán reservados para ellos, “el que pierde su vida por causa de mí, la hallará”.

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org