Orando por Fortaleza
Cansado, sin fuerzas, es como en este momento te sientes, debilitado y has confundido.
Los últimos días te has sentido atraído por cosas que a lo mejor pensaste que ya habías superado, pero por alguna razón ahora eres nuevamente débil frente a esas cosas.
La verdad es que no quisieras ceder a eso que sabes bien que no es del agrado de Dios, pero tu naturaleza carnal te impulsa cada vez más a buscarla.
Sin embargo, en medio de esos momentos de debilidad espiritual, debes recordar que Dios sigue estando contigo, y que Él es capaz de darte fuerzas donde pareciera que no las hay.
Dios es quien pone en ti el deseo de hacer su voluntad y quien también te da las fuerzas para lograrlo, es por esa razón que hoy quiero que juntos oremos al Señor pidiendo fortaleza en medio de esos momentos de debilidad que podamos estar enfrentando.
Repite está oración después de mí:
Padre Santo que estás en los cielos, gracias por estar conmigo en todo momento, gracias porque nunca me has dejado solo y porque en medio de mi debilidad siempre estás presente para darme fuerza y aliento.
Hoy te pido perdón por mis errores, te pido perdón porque en ocasiones cuando me siento débil me olvido de ti y aunque me enfoco en mi debilidad, sé que a pesar de todo tu estás allí para recordarme que en ti puedo ser fuerte.
Hoy reconozco que soy débil, reconozco mi necesidad de ti, esa necesidad de sentir fuerte ante la debilidad, esa necesidad de sentir que contigo puedo saltar cualquier obstáculo que se me presente.
Padre, este día quiero permitirte que me tomes de la mano y no me sueltes, quiero invitarte a tomar el control de mis emociones, de mis pensamientos, de mis sentimientos de todo mi ser para que seas tú poniendo en orden todo en mi vida.
Hoy dispongo todo mi corazón para que trabajes en él, renueva mis pensamientos y renueva mi visión, renueva mi deseo de agradarte cada día, ese es mi mayor deseo, puesto que no hay nada más importante en mi vida que agradarte.
Dame este día el dominio propio para decir no a aquello que no es de tu agrado, dame la voluntad de alejarme de lo que no es bueno, dame la determinación de salir de este estado de debilidad espiritual en el que me encuentro a través de una vida diaria de comunión contigo.
Padre, me rindo a ti, renuncio a mis propias capacidades las cuales han fracasado a la hora de querer agradarte, y permito que tu Espíritu Santo divino sea el que de ahora en adelante me guie rectamente hacia tu voluntad por medio de las fuerzas que tú hoy me estás dando.
Hoy levanto mis manos al cielo como símbolo de rendición y permito que tu obres libremente en mi vida, fortaleciendo cada área de mi ser y dándome las fuerzas necesarias para salir delante de este estado en el que me encuentro.
Te doy gracias Señor, porque sé que desde ya estás obrando, porque sé que nunca me dejaste y porque sé que estarás conmigo siempre.
Gracias por darme de tu fortaleza en medio de mi debilidad, gracias por hacerme fuerte cuando pensaba que ya no podía más, gracias por extender tu mano poderosa y sacarme de foso que había caído, gracias por todo lo que has hecho, estás haciendo y seguirás haciendo en mi vida.
Todo te lo he pedido en el Nombre Poderoso de Jesús, amén y amén.
Después de está oración estoy totalmente seguro que tus fuerzas serán renovadas, porque su Palabra lo declara:
Isaías 40:29-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)
“Él da poder a los indefensos
y fortaleza a los débiles.
Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan,
y los hombres jóvenes caen exhaustos.
En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas;
volarán alto, como con alas de águila.
Correrán y no se cansarán;
caminarán y no desmayarán.”
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Escrito por Enrique Monterroza
Para www.destellodesugloria.org