Un Destellito En Las Manos De Dios
El Terremoto.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar. Salmo 46: 1.2
Casos como la historia suceden a menudo. Nadie está libre, sobre la faz de la tierra, de sufrir algún acontecimiento que lo ponga en peligro, puede ser algún desastre natural, una enfermedad, o un accidente de auto, quizás una caída, o un atropello, en fin, cualquier cosa que afecte su estado físico o emocional. La gran diferencia, que se puede observar en el relato, es que el no creyente no tiene a que aferrarse, a diferencia del hijo y la hija de Dios que deposita su confianza en Dios. El temor o el miedo no forma parte del lenguaje del creyente, dice claramente Destellito. La enseñanza bíblica no dice que alrededor del hijo de Dios no acontecerán situaciones dramáticas, al contrario, señala que será ayuda en la tribulación, o si la tierra tiembla como en un terremoto, o que suceda un cataclismo como los montes cayendo al mar, puede suceder, pero el hijo de Dios estará tranquilo, confiando en el Señor siempre, y su corazón estará quieto.
Por Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org