Temas y Devocionales Cristianos

El poder vivificador de DIOS

El poder vivificador de DIOS

El poder vivificador de DIOS“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

Isaías 53:4-5  Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Después de ser salvo y recibir a Jesús en mi corazón, aún existía algo en mí que no comprendía. Las secuelas de abusar del alcohol desde joven cobraron su factura y mi cuerpo le resintió. El restablecimiento de mi sistema nervioso y poder dormir fue lento, y en ocasiones desesperanzador. No obstante cada vez que leía la palabra de DIOS era fortalecido y aumentaba mi bienestar.  Tanto mi mente como mi cuerpo sufrieron las consecuencias del alcoholismo, y hubo muchos momentos en los que creía que jamás tendría una vida normal. Pero no mi DIOS, quien en medio de las llamas por las cuales estaba pasando prometía que todo iba a estar bien y que ni una sola de esas llamas me iba a quemar (Isaías 43:1-4). Durante algún tiempo batallé para sentir alegría y parecía que estaba adormecido, pero el SEÑOR me mostraba que por medio de Su Espíritu revivirían mis huesos secos (Ezequiel 37); y así lo hizo. Después de algunos años de estar en la presencia de DIOS y usar medicinas sin químicos (medicinas naturales), sucedió. Poco a poco y de repente la ansiedad, la depresión, la pesadez y la crisis nerviosa desaparecieron. Cada vez que alababa a DIOS descendían torrentes de vida del cielo, cuando oraba por los demás el poder de DIOS recorría mi cuerpo y me daba Su gozo. Hasta que un día recibí la total restauración que anhelaba, misma que Cristo pagó para mí (Isaías 53:4-5).

Cuando Jesús me salvó yo no veía mucho valor en mí, no obstante decidí creer lo que mi DIOS dijo y comencé a trabajar en el restablecimiento de mi vida. Muchas de las cosas que para cualquier persona normal le son fáciles para mí eran imposibles. Pero gracias a mi DIOS y Su poder vivificador hoy soy más que normal; soy sobrenatural en Su Espíritu.

Sin importar qué malestar exista en tu vida, Jesús te puede restaurar y dar una vida totalmente nueva. Solo tienes que creerlo. Para Él no existen imposibles, solo falta de fe.

Si actualmente estás peleando por recuperar tu vida, por salir de la enfermedad, por desprenderte del pecado o por salir de las tinieblas, necesitas de Jesús y Su poder vivificador para lograrlo. Solo Él te puede ayudar.

Invita a Jesús en tu corazón y sé lleno de Su poder vivificador:

“DIOS, perdona mis pecados. Reconozco que Jesús es el Hijo de DIOS, que resucitó de los muertos y pagó por mis pecados. Señor Jesús, entra en mi corazón y sé el Señor de mi vida. Lávame con tu sangre preciosa y quebranta cualquier yugo que haya en mí. Envía a tu Espíritu Santo a mí y lléname de tu poder vivificador. Oro esto en el nombre de Cristo Jesús, Amén.”

Si tú has hecho esta oración entonces has nacido de nuevo. Aunque no hayas sentido algo místico o sobrenatural. Desde hoy el Espíritu de Dios habita en ti (Gálatas 3:27) y Él te guiará a la mejor vida que puedes tener. El poder vivificador de DIOS restablecerá tu vida si así los quieres. Sigue cualquier tratamiento médico que estés llevando en este momento  (químico o natural) y llénate de la palabra de DIOS.

De hoy en delante debes buscar a DIOS de manera daría y hacerle tu sustento. Háblale como un hijo a su padre y Él te responderá. Es sumamente importante que consigas una Biblia y le leas pidiéndole a DIOS que te dé entendimiento.

En lo personal te recomiendo que busques una Iglesia Cristiana donde se sujeten a los principios de la Biblia, pues en la Iglesia está la presencia de DIOS manifestada.  Para esto pídele al Señor que te guie a la Iglesia que tiene para ti, y al estar en ese lugar tendrás paz.  Por ultimo te invitamos a que sigas recibiendo alimento espiritual en esta página web.

Autor: Richy Esparza  

Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org