Un Destellito en las manos de Dios
Destellito Turista visita Costa Rica
Costa Rica, explica Destellito, limita al Norte con la República de Nicaragua, y al Sureste con la República de Panamá, su capital es la ciudad de San José, la más poblada del país. Es uno de los países más fértiles del mundo, porque se encuentra sobre una capa de lava volcánica endurecida. Precisamente, en la ciudad de San José, se encuentra el Museo del Jade, del Instituto Nacional de Seguros. En dicho Museo, se haya una de las colecciones más ricas de América, con piedras de jade talladas desde el año 500 A.C., hasta el año 800 D.C. El jade verde de Costa Rica, es una piedra semipreciosa trabajada con otros elementos, resultando bellísimas creaciones que surgen desde la piedra de jade trabajada en bruto. Abriendo la Sagrada Escritura, la Biblia, lee Destellito:
Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por
Por medio de Jesucristo. 1a de Pedro 2:5.
Transformar una piedra semipreciosa, o cualquier piedra, en un producto aceptable o que sea admirable, requiere mucho trabajo. Las piedras trabajadas por los artesanos, no ofrecen resistencia alguna a los cambios que provoca el cincel, el martillo y otros utensilios sobre ellas.
El Señor Jesucristo, nos dice con toda claridad que los creyentes son piedras vivas, eso quiere decir que como piedras, requieren ser trabajados por las manos de Dios Creador. Los creyentes-piedras tienen gran diferencia con las piedras de jade exhibidas en el museo de San José de Costa Rica. Y la diferencia es que son piedras vivas, o sea que, los hijos y las hijas de Dios tienen voluntad propia para determinar si se someten o no al trabajo de Dios Padre en ellos. Él, desde que Jesús entregó su vida por los pecados de los hombres, está formando un pueblo nuevo con una estirpe real y sacerdotal, lo que se debe hacer, es permitir que la obra, como piedras vivas, que un día comenzó sea terminada, terminó de decir Destellito.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org