Cuenta regresiva

Tengo un contador en mi habitación que lleva una cuenta regresiva para una fecha muy importante para mí y que consolida una etapa trascendente de mi vida. Cada vez que abro los ojos y lo veo pienso en que estoy un día más cerca de tal evento y alegra mi corazón.  Aún queda harto tiempo, pero si me centrara en este hecho difícilmente podría disfrutar el cómo el día se va acercando.

Actuamos de esta manera sin siquiera contar con un contador visible. Ponderamos cuánto tiempo faltará para tal o cual hecho y de esa manera estimamos cómo se irán dando los acontecimientos que nos direccionen a esa meta. A veces no tenemos claridad sobre cuándo llegará, y cuando ya ha pasado un buen tiempo y no vemos nada, olvidamos que estamos en esta cuenta regresiva y detenemos el contador. Sentimos que estamos tan lejos que nuestra esperanza y expectación comienza a disminuir.

Sé muy bien de lo que te estoy hablando y sé que tú también. Estoy segura que eres una persona que confía en los tiempos y planes de Dios, que cree que Él lo tiene todo preparado para ti y que verás en el breve plazo Su mano a tu favor, ¿verdad que sí?. Pero también sé que hay momentos en que pareciera que el contador se detuvo o que la cuenta regresiva volvió a comenzar y allí, en medio de esa incertidumbre clamas a Dios para que vuelva a confirmarte que no ha olvidado Su plan para ti. Y que pase esto no está mal, tampoco te hace ser un mal creyente o débil en tu fe, por el contrario, te hace ser honesto y confirmar que incluso el creer en los planes del Padre no depende de ti, también depende de Él.

Quienes tienen una visión no muy positiva de la vida sienten que ésta es una cuenta regresiva cuyo final es la muerte, el destino común para todos los humanos. Quienes creemos en un Dios eterno sabemos que la vida, y el nacer, es mucho más que llegar a la muerte, que la vida recién comienza allí; vivimos más allá de la muerte y es a través de ella que conocemos en aún más plenitud el poder de nuestro Dios.

Tu vida no es una cuenta regresiva hasta la muerte sino hacia los planes y propósitos que Dios tiene contigo. Cada día que pasa es un día menos hacia el cumplimiento de tus sueños.

¡Hoy estás un día más cerca de ver tu sueño hecho realidad!

Autor: Poly Toro

Escrito para www.destellodesugloria.org