Cuando nos graduamos viene el palacio
Trabaja por tu sueño
Estando en la cárcel José le interpreta el sueño a dos presos: al panadero y el copero. El copero le cuenta: “la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón”. A éste José le dijo: “en tres días te levantarán”. El otro soñó con tres canastas, y le dijo: “en 3 días te matarán”. El primero trabajó en su sueño; vemos que repite “la copa” en tres oportunidades: “la copa estaba en mi mano”, “exprimía las uvas en la copa” y “ponía la copa en mano de faraón”. José vio la reiteración y vio también las acciones: “tomó, exprimió y puso”, eso le dio la certeza que el copero volvería a su puesto con el Faraón.
Porque la fórmula de Dios es: trabajo= promoción. El segundo no hizo nada, por eso no fue promovido. Todo lo que hizo José durante su vida fue trabajar. Él trabajó en la casa, en la cárcel y en el palacio. Faraón lo usó como ministro; porque hay bendición de promoción para el que trabaja.
Faraón también soñó: “vacas gordas y flacas”: representan abundancia y pobreza. Ambas estaban juntas; los brujos no podían entender como la pobreza y la riqueza podían estar juntos. Cuando lo llamaron a José para que interprete el sueño él dijo: “No soy yo, es Dios que está en el asunto”.
Trabajar por tu sueño te energiza, si no te deprimes, porque hay un ADN espiritual, Dios te dice: “quiero que te levantes y trabajes”. Anuncia que Faraón te va a promover.
El trigo es símbolo de la Palabra de Dios
José cuando le habló del trigo le dijo: “junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. José le dijo al faraón que ahorrara un quinto de la producción: “guarda el 20% y come el 80% del trigo”.
El trigo es símbolo de la Palabra de Dios, José le quiso decir a Faraón lo siguiente: “Faraón tienes que hacer como hice yo, guardé una palabra en mi corazón y otra la apliqué. Yo no voy a tener vacas flacas en mi vida, porque ¡la Palabra siempre me va a dar de comer!”
Los hermanos llegaron a José para pedirle comida. Ellos no lo reconocieron pero José sí. ¿Qué significa esto? ¡Tu familia no te reconocerá de tantas bendiciones que Dios te dará!
La alabanza te despierta y te quita la amargura del corazón
A José se le viene todo el pasado otra vez y les dice: “ustedes son espías”; José los mandó tres días presos. Y luego les mandó a que trajesen a Benjamín porque pensó: “Si a mí me quisieron matar, a mi hermanito seguro que también, o quizás ya lo mataron”. José quería recuperar a su hermano (por eso le hizo poner la copa de plata en el costal de trigo) pero Dios quería restaurar a toda la familia.
Cuando uno de sus hermanos le dijo: “si no volvemos con nuestro hermano nuestro padre se morirá de tristeza, porque ya perdió a otro hijo”. Ahí José despertó, se le abrieron los ojos del espíritu; después de trece años se encontró con los que lo habían tirado al pozo y ¡los abrazó a todos!
El hermano que habló con José fue Judá que significa: “alabanza”; esto lo hizo despertar a José. Cuando alabas a Dios, ¡Dios te despierta, te saca el odio! para poder perdonar y reconciliarte con los que te tiraron en el pozo.
Jesús le dijo a Satanás “al Señor tu Dios adorarás”, cuando alabas, Satanás se tiene que ir. Lo que estaba dividido se vuelve a unir, lo quebrado se reconstruye, lo enfermo se sana. José dijo: “ustedes pensaron mal contra mí pero Dios lo cambió para bien”.
José le dio a Benjamín 300 monedas de plata, cada esclavo se compraba con 30 monedas, y José le dio 300, porque con esa cantidad estaba libertando a todos sus hermanos, ahí estaba perdonando a los otros 10, con este símbolo perdonó lo que le hicieron. Dios te dará “300 monedas” para que liberes a todos los que te han lastimado.
También tuvo dos hijos, Manasés “el Señor me hizo olvidar” y Efraín “el Señor me hizo prosperar”. Porque si primero no olvidas y perdonas, no llegas a la cima y te caes por el otro lado.
“Cuando José soñó, primero soñó con las gavillas y luego con las estrellas. Fue “de menos a más”. Por el contrario, cuando Faraón soñó, primero soñó con las vacas gordas y luego con las vacas flacas, es decir, fue “de más a menos”. Los “faraones”, es decir, la gente que no tiene a Dios en su corazón, siempre va “de más a menos”; pero los hijos de Dios somos como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto”.
Autora: Silvia Truffa
Escrito para www.destellodesugloria.org