Fe que mueve montes
Día a día tendremos que enfrentar luchas y situaciones que no estarán dentro de nuestro control, y son en esos momentos donde debemos emplear las herramientas que Dios nos ha dado, y una de ellas es la Fe.
Jesús nos exhorta a tener fe; esa certeza y convicción de lo que aún no vemos, pero que sabemos que sucederá. No se trata solamente en lo que Dios puede hacer, sino en lo que creemos que Él puede hacer. Jesús les dijo a sus discípulos, que si tuvieran fe como un grano de mostaza le podrían decir a un monte: pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
De igual manera Dios le ordenó a Ezequiel declarar una palabra a los montes de Israel (Ezequiel 36:1), profetizando lo que Dios haría en ellos.
Hay poder creativo cuando hablamos en Fe conforme a la voluntad y propósito de Dios.
Dios sabe el monte que estamos enfrentando en nuestro presente, aquellas cosas que están tratando de bloquear nuestro caminar. Pero son estas situaciones las que desafían a nuestra Fe dándole la oportunidad de experimentar la intervención de Dios.
En Salmos 121:1-2 podemos ver como el Salmista contemplaba a los montes y se preguntaba de dónde vendría su ayuda, él reconoció que solo Dios podía socorrerlo. Tomemos su ejemplo y declaremos a nuestros montes que nuestra ayuda viene de Dios.
Seamos valientes y declaremos las promesas de Dios a todo monte que nos esté confrontando, ya sea desánimo, incredulidad, depresión, etc.
Dios nos llama a vivir por fe, Dios nos llama a confiar en Él. ¿Cómo responderemos a su llamado?
«Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.»
Salmos 121: 1-2 RVR1960
por: Gloria Guajardo García
Escrito para www.destellodesugloria.org
