CREER
El problema muchas veces radica en nosotros, lo primero que hacemos es darle cabida a la duda, porque tenemos que ver las cosas para poderlas creer, cuestionamos a Dios y nuestra mente empieza a divagar llenándose de pesimismo.
Si lees o escuchas una prédica, un devocional no es tanto que recibas esa palabra, si no que creas en ella, de ahí parte todo, Dios siempre tiene promesas y palabras de aliento, para todos los días, y en cada situación, el hecho es que tu creas totalmente, verdaderamente, no a medias, porque en el momento que la recibas y en tu mente se pase así sea un mínimo pensamiento negativo o contrario con respecto a eso ya la bendición se retrasa o no viene completa. O por el contrario si te aferras creyendo a cada palabra que te de Dios, recibirás tu milagro.
La palabra de Dios es muy clara, y en la cual podemos notar que no hay términos medios; es mucho o poco, caliente o frio, siempre o nunca, creer o no creer, todo o nada. Entonces si esperamos algo de parte de Dios, debemos tener la fe suficiente, creyendo en TODO lo que nos ha prometido, porque si crees a medias, ese es el motivo por el cual no se ha cumplido tu petición; con los gestos, pensamientos o actitud que tengas en tu corazón, de eso depende que esa palabra se cumpla, pues Dios está siempre a tu favor.
¨Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible¨
Marcos 9:23 (Reina –Valera 1960).
Autora: Jessica Terán
Escrito para: www.destellodesugloria.org