Un Destellito En Las Manos De Dios
En cierta ocasión se encontraba atrapada por la historia que leía de un libro, cuando su hermano Francisco la interrumpió, “hermana, ¿me puedes ayudar a colocar éste palito?”, “¿no ves que estoy leyendo?”, respondió con dureza, no quería dejar de lado la historia, “pero por favor, necesito que me ayudes”, insistió el niño, “déjate de molestar, ¡quiero terminar de leer la historia!”, dijo enojada. Bien le fue porque su hermano no insistió. Tenía diez años. Su hermana, sintió la amonestación en su corazón y se dio cuenta que había herido a su hermanito. “Esta vez voy a ser buena con él”, pensó.
Al rato, Francisco la llamó contento para que viera el molino de viento que había hecho, y que colocó sobre el techo de la casa, cuando lo vio felicitó a su hermano.
Cierto día su hermano enfermó gravemente, y a pesar de los cuidados falleció, sumiendo a la familia en un profundo dolor, pero su dolor era más fuerte porque recordó lo injusta que había sido con él, y ya no tenía tiempo para pedir su perdón, ni podría disfrutar de la inocencia y la alegría de su hermano. Tuvo su oportunidad y la dejó pasar, señaló Destellito.
El Molino De Viento
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Tito 3: 4-8.
A Destellito le pareció útil colocar todo el texto, para que sus lectores comprendan a cabalidad lo que es la bondad y el amor. Estas dos cualidades se manifestaron en Dios en relación a los hombres, o sea, para usted que está leyendo. Él fue bueno y amoroso con usted, y esa bondad y ese amor, le permitió ser una persona con una vida nueva, regenerada y renovada. Tito expresa que así como en el Señor se manifestó la bondad y el amor, del mismo modo debe suceder con usted. ¿Cree usted en Dios?, entonces debe ocuparse en hacer lo bueno, esa es la manera para demostrar que ama y que es bondadoso. Es preferible muchas veces no predicar con las palabras dichas en una esquina, o en un templo, u otro lugar, más efectivo es predicar haciendo lo bueno, y demostrando que ama de verdad. Procure no seguir el ejemplo de la hermana de Felipe, porque tarde se dio cuenta que su hermano necesitaba de ella un poquito de bondad y un poquito de amor.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org