Un Destellito En Las Manos De Dios
Una persona de raza negra cargaba un saco de papas sobre su espalda, y en el trayecto un hombre le preguntó, —¿Cómo sabe usted que es salvo?. Unos pasos más adelante el negro dejó caer el saco, y preguntó: —¿Cómo sé que se me cayó el bulto?, ¡no he mirado atrás! . —Bueno, ¡porque ya no siente el peso!, contestó el hombre. —Exacto…porque ya no siento el peso del pecado y su condenación en mi vida… ¡por eso sé que soy salvo! contestó el negro.
El Hombre Y El Saco De Papas
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 1a de Pedro 1: 3-5.
El varón de la historia entendía claramente lo que significaba la salvación, y lo que encerraba también, pero lo más importante es que estaba seguro de su fe salvadora, el Señor Jesús con su muerte había quitado el peso de sus pecados. La muerte y la resurrección de Jesucristo, permitió que todo aquél que crea en Él, reciba una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, la que dará su fruto al final de los días.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org