Un Destellito en las manos de Dios.-
Los Gatitos.-
Recuerdo que hace muy pocos días, cuando recorría una calle polvorienta de una población cualquiera, dijo Destellito, ingresé a una casa, que desde su interior salían las voces de diferentes personas que vivían allí.
Quise averiguar como se desenvolvían los miembros de una familia, en un día común, sin embargo, apenas traspasé el umbral de la puerta, me llamó la atención dos lindos gatitos, posteriormente supe que eran gatos angoras.
Después que Dios Creador me dio facultades especiales para cumplir mi misión, siendo una de ellas ser muy observador, me di cuenta que los gatitos, en un ejercicio incesante se limpiaban el pelaje prácticamente de todo su cuerpo, había instantes que uno limpiaba al otro, expresó Destellito.
La Biblia dice: “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”, 2a de Timoteo 2:21.
No se puede servir al Señor teniendo un corazón sucio, o una mente sucia, o una boca sucia, por lo que la limpieza debe ser constante, la búsqueda de la santidad permanente. La santidad es también progresiva, esto quiere decir, que como los gatitos, los hijos y las hijas de Dios deben permanentemente estar lavándose, limpiándose de las inmundicias que a diario los contaminan. Es muy poco probable que un gatito deje una parte sin limpiar de su pelo, lo mismo Dios espera de aquellos que le sirven, recuerde que el Señor viene a buscar a una novia sin mancha y sin arruga en sus vestiduras, concluyó Destellito.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Preparado para: www.destellodesugloria.org