¡Por qué renunciar, si puedes intentarlo!
Recuerdo que cuando estaba en la Universidad me tocó tomar varios cursos de inglés. Reconozco que aunque me encanta, no soy muy buena con él, sobre todo pronunciándolo. Dos de los cursos para poder graduarse requerían de tener que pararse al frente de toda la clase y hacer varias presentaciones sobre diversos temas sociales. Grande era mi preocupación y los nervios ni se digan. Había noche que tenía pesadillas con la clase.
Llegó el tan esperado día de mi primera presentación en inglés. Tenía todo listo y de camino a la biblioteca me di tremenda caída a las 7:00 de la mañana y la clase era a las 2:00 de la tarde. Si me iba a mi casa porque el dolor era fuerte, sería fracaso seguro, perdería mi oportunidad de aprobar la clase. Así que aguanté el dolor y con nervios y todo, me pare al frente y como pude di mi presentación.
El que logro entender mi inglés fue verdaderamente un milagro. Pero Dios sabe que lo intente y cuando termine pude suspirar aliviada. Lo que no sabía yo era que el solo hecho de haberme parado y hacer mi presentación hablando un idioma que no era mi fuerte, animo a otros compañeros para que hicieran sus presentaciones también. No lo supe ese día, lo supe un semestre más tarde cuando la profesora leyó en voz alta los diarios de la clase y lo que todos habíamos aprendido durante ese semestre.
Esa lección nunca la olvidaré. La llevo grabada conmigo siempre y en momentos en que siento que las fuerzas me fallan, recuerdo que peor que fracasar es no intentar hacer nada. Sé que no es fácil, pero tú puedes ser una fuente de inspiración para otras personas con el solo hecho de no darte por vencida.
¡Arriba ese ánimo que tú puedes!
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.mensajesdeanimo.com y www.brendalizaviles.com