Perdí mis sueños
Considero que la gran mayoría tenemos sueños, metas, anhelos que cumplir. Aquellas cosas que nos gustarían hacer y por las cuales luchamos cada día.
Para algunos quizá su sueño es coronar una carrera universitaria; para otros es encontrar un excelente empleo; para muchos quizá sea formar una hermosa familia; para otros quizá servirle a Dios a través de Ministerios mundiales; quizá para algunos su sueño es Ministrar a través de una banda de música; para otros, su sueño es comprar una hermosa casa; para algunas parejas quizá sea tener descendencia, etc.
Cada uno de esos sueños, anhelos o metas que tenemos nos motivan diariamente a levantarnos y seguir luchando en la vida por verlos cumplidos, pero hay momentos en donde por alguna razón sentimos que aquellos sueños que teníamos desaparecieron, quizá por una dura experiencia, quizá por un fracaso que estemos experimentando hoy mismo, tal vez porque el panorama nos dice que es imposible que se cumpla o quizá porque nos consideramos incapaces o inmerecedores de verlos cumplidos.
Es triste ir por el mundo sin un sueño que nos motive a levantarnos cada mañana y luchar. Es triste cuando dejamos que las circunstancias que nos rodean maten aquellos sueños, anhelos o metas que en su momento nos daban vida.
Quizá hoy te encuentras en una situación en donde perdiste aquella emoción de ver cumplidos tus sueños, quizá hoy estes llorando o lamentándote porque piensas que aquellos anhelos que tenias no se cumplirán, pueda que este día renunciaste a aquellas metas que te habías propuesto y te encuentras allí, con un vacío enorme, sin saber que hacer, sin saber como seguir, porque sientes que perdiste aquella motivación que un día tuviste.
¿Qué es lo que te hace pensar que no puedes cumplir tus sueños?, ¿Las circunstancias actuales?, ¿Lo que ves en este momento?, ¿Un fracaso momentáneo?, ¿Un tropiezo?, ¿Un cambio inesperado?, ¿Qué es lo que te hace pensar que Dios no puede cumplir lo que te prometió?
Hoy quiero invitarte a que te levantes, a que dejes de quejarte, a que no permitas que nada ni nadie mate tus sueños.
Tú no vas a cumplir tus sueños llorando, lamentándote o menospreciándote, ¿Quién dijo que iba a ser fácil?, ¿Quién dijo que no iban a ver momentos en los que ibas a querer renunciar?, ¡Todo es parte del proceso!, por eso lo que hoy tienes que hacer es ¡Levantarte!, ¡Luchar!, ¡No darte por vencido!
¿Quieres ver cumplidos esos sueños?, ¡Entonces amárrate bien los pantalones y lucha!, ¡No te des por vencido nunca!, el cumplimiento de tus sueños, anhelos o metas tiene un precio muy alto, por ello ¡Se valiente y enfréntate a todo aquello que quiere matar tus sueños y vence con el poder de Dios sobre tu vida!
Dios no te ha dejado ni te dejará, su promesa de estar contigo sigue siendo real, ¿A que le temes?, ¿Qué puede ser mas poderoso que Dios?, ¡Vamos!, ¡Confía!, ¡Ten fe!, ¡No desmayes ahora!, ¡Se valiente y avanza!
Hoy más que nunca tienes que demostrar cuanto te importa ese sueño y cuan valiente eres para seguir luchando por ello. Solo aquellos que se atreven a ser valientes y no se rinden son los únicos merecedores de ver cumplidos todos sus sueños, porque lucharon para ello, porque se esforzaron, porque no se rindieron y como recompensa verán como Dios se complace en hacer realidad aquella promesa.
¡Tu puedes ver tus sueños cumplidos, solamente se valiente y no te rindas!
“Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas”.
Josué 1:7 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y https://reflexionesydevocionales.blogspot.com