Un Destellito en las manos de Dios
También podemos mencionar a los músculos, que son órganos rojos, blandos, y contráctiles, y que están formados por células alargadas llamadas fibras musculares dispuestas en manojos, cada fibra es una célula. El sistema muscular da movimiento al cuerpo, y a las expresiones de la cara.
Un Músculo Muy Importante.
Los músculos son tan vitales que si no lo tuviera el cuerpo humano, sería imposible que éste se moviera. La estructura muscular, es una de las maravillas que Dios Creador le dio al hombre cuando lo creó, y no es posible contabilizarlos. Hay algunos expertos que dicen que son seiscientos treinta y nueve en total, mientras que otros discrepan de tal número, pero estamos en condiciones de afirmar que casi el cuarenta por ciento del cuerpo humano es músculos.
Si bien, casi es imposible contarlos, pero sí podemos afirmar cual es el músculo más potente o fuerte del cuerpo humano: es la lengua, afirmó Destellito.
Dice la Sagrada Escritura, la Biblia, lo siguiente:
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, he inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Santiago 3:6.
Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño. 1a de Pedro 3:10.
Así como la lengua es importante para el cuerpo, porque permite la comunicación hablada, también lo es para la Palabra de Dios, y lo es, porque éste poderoso músculo puede traer bendición o juicio, y todo radica en que se debe mantenerla controlada, es increíble el poder que tienen las palabras. Jesús se refirió a las consecuencias que puede traer una lengua no dominada: Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Mateo 5: 22.
Es imposible desconocer la importancia que tiene la lengua para aquellos que quieren alcanzar el cielo, dice Destellito, y advierte que más de alguno no podrá llegar por dar rienda suelta a su lengua.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org