Fe auténtica
Nuestra vida giro el día que nos rendimos a Dios, el día que reconocimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, ese día comenzamos una nueva vida, una vida que comenzaría a basarse en la fe, en donde la fe tendría que ser lo más importante que ahora íbamos a tener.
Y es que es la fe la que nos ayuda a salir adelante de cualquier situación, es esa fe que nos ayudó a creer y confiar en Dios, esa misma fe que cada día es necesaria para mantenernos firmes en medio de tanta situación que quiere opacarla, pero que sin embargo no lo logra porque nuestra fe es una fe auténtica, capaz de hacerle frente a las circunstancias menos favorables y salir vencedor.
El apóstol Pedro escribía en una de sus cartas:
“Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.”
1 Pedro 1:6-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando tenemos fe auténtica somos capaces de salir adelante de cualquier situación que enfrentemos, y es que es por medio de la fe que Dios puede llenarnos con su fortaleza y paz, es por medio de la fe que nosotros podemos ir y rendirnos delante de su presencia y ser renovados para seguir luchando.
Nuestra fe cada día será probada a través de las diferentes situaciones que nos tocará enfrentar, es en esos momentos de dificultad en donde realmente demostramos la clase de fe que tenemos.
Nadie dijo que la vida cristiana iba a ser fácil acá en la tierra, pero tampoco vamos a exagerar al decir que es demasiado difícil porque la verdad es que cuando nuestra fe esta puesta totalmente en Dios y cada día nos fortalecemos a través de la lectura de su Palabra y la oración entonces podemos estar seguros que venga lo que vengan por medio de la fortaleza que Dios nos regala y la fe que tenemos en Él podremos salir adelante.
Tener fe auténtica es no dudar de lo que Dios está a punto de hacer en nuestra vida. Una fe auténtica es la que no permite que nada desvíe su mirada del Señor. Una fe auténtica es la que aun en medio de las peores tormentas de la vida, sabe salir adelante. La fe auténtica no depende de las circunstancias que la rodean, sino del Dios que puede ayudarlo en medio de cualquier circunstancia. Una fe auténtica es la que aun en medio del desierto más duro puede seguir alabando a Dios.
¿Cómo es tu fe?, ¿Qué clase de fe tienes?, ¿Qué tan auténtica es tu fe?
Hoy te invito a confiar en medio de los panoramas más grises, a creer en medio de las tormentas más recias, a tener esperanza en medio del desierto mas rustico, porque Dios nunca dejará abandonados a aquellos que en Él confían.
Pueda que tu fe este siendo probada, pero cuando mantienes una fe auténtica, una fe verdadera, una fe real, una fe total en Dios, entonces debes de saber que ni el mayor fuego podrá contigo, porque la fe que tienes en Dios te llevará a ver los mejores resultados después del peor acontecimiento que puedas enfrentar.
La fe auténtica en Dios es la garantía que al final de cualquier situación, todo estará bien porque Dios no defrauda a los que en Él confían.
“Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.”
Jeremías 17:7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por Enrique Monterroza
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y https://reflexionesydevocionales.blogspot.com