¡EL SUFRIMIENTO EN GETSEMANÍ!
MATEO 26: 36-46
INTRODUCCIÓN: utilizaremos este texto bíblico para enfatizar un poco acerca del sufrimiento de Cristo en Getsemaní, llamado también el sufrimiento del alma; sucedido muy tarde, después de la última cena y el jueves casi a la media noche. Veámoslo:
1. EL LUGAR
a. Getsemaní (vr. 36) (Marcos 14: 32; Lucas 22: 39; Juan 18: 1, 2). (Gr. Gethssemané): “Prensa de aceite”, “molino de aceite”, “lugar de aceite”. Quedaba en el monte de los olivos (al pie), frente a Jerusalén (1 km), cruzando el torrente de cedrón (Juan 18: 1, 2). Era un huerto, jardín o bosques de olivos. Allí se hallaba una antelación para extraer el aceite de esa planta: manchaban la aceituna para sacarles el aceite (se exprimieran). Allí Dios Padre prensó, procesó, machacó, exprimió a Jesús para que saliera aceite nuevo (espiritual) para los creyentes
b. Getsemaní donde sufrió la AGONÍA interior (Lucas 22: 44). Su lucha con Su yo, el conflicto entre Su carne y el espíritu (vr. 41b) (Marcos 14: 38), el incidente más conmovedor de toda dolorosa historia de Sus padecimientos, fue testigo de Su tristeza, angustia y lágrimas (Mateo 26: 37, 38. Lucas 22: 44; Hebreos 5: 7). Allí tuvo el sufrimiento previo a la crucifixión por los pecados del mundo. En Getsemaní Jesús crucificó Sus emociones, Su yo y pretensiones personales. Allí peleó con los poderes de las tinieblas y venció, experimentó los sufrimientos del alma (Mateo 26: 38; Marcos 14: 34; Lucas 22: 44). En la cruz fueron corporales y fiscos.
Su agonía se debió porque todo el peso del pecado de la humanidad fue puesto en Él y lo llevaría “en Su propio cuerpo” a la Cruz por la mañana (Isaías 53: 4, 6; 1 Pedro 2: 24). Cuando Dios puso nuestros pecados Él; Su mente casi se quebrantó y la Sangre brotó libremente de los poros de Su piel. (William W). Jesús experimentó horror tremendo cuando nuestros pecados fueron cargados en Su cuerpo esa noche. Su agonía y Su oración intensa fue tan abrumadora que “Grandes gotas de sudor como sangre brotaban de su piel” y Fue necesario que un ángel del Cielo lo visitara y lo fortaleciera (Lucas 22: 39-44)
c. Getsemaní Su lugar FAVORITO para descansar al aire libre (Juan 18: 1, 2). Allí tuvo Su última oración en privado. Los discípulos lo conocían; por eso se le facilitó a judas encontrarlo para entregarlo (Juan 18: 1, 2) y Jesús lo escogió para facilitar también Su entrega. Jesús lo frecuentaba últimamente (Lucas 22: 39). Era una propiedad privada (maría la madre de Juan marcos). Allí pasó sus últimos momentos antes de morir y para estar a solas con Su padre
2. EL ESTADO DE ANIMO
a. Su ALMA estaba muy triste (vr. 37, 38). Entristecerse (vr. 37) (gr. Lupéo): afligir, estar triste, angustiar, contristar, molestia, dolor, afectado con una tristeza profunda. La otra palabra gr. Ektambéo (Marcos 14: 33) y traduce como estar asombrado, aterrorizado. Muy triste…(vr. 38) (Lucas 18: 24) (Gr. Perilupos): perturbación interna, sentirse perturbado interiormente, inquietud profunda (depresión), afligirse todos alrededor, intensamente triste, entristecerse mucho, molestia, dolor, tristeza grande de muerte (PDT), angustia (NVI), adversidad, tribulación, sufrimiento, padecimiento, una tristeza de muerte (DHH), Su alma abrumada por la tristeza o rodeada de tristeza hasta la muerte (Marcos 14: 33, 34). Una tristeza superlativa, a un extremo que podía matarle o que ningún hombre podía soportar
b. Estaba ANGUSTIADO en gran manera (vr. 37). (Gr. ademonéo): afligir, estar triste, contristar, molestia, dolor, estar harto para hacer algo, estar angustiado gravemente (de mente), sufrimiento, adversidad, calamidad (Marcos 26: 37)
c. Estaba en AGONÍA (Lucas 22: 44). (Gr. Agonía): de “agón” o agonizomaí (conflicto, contender, batallar, pelear, luchar): ardientemente agonizando (la palabra usada en las olimpiadas: el atleta que llegaba arrastrándose. agonizando y el boxeador aunque sangrando seguía defendiéndose). También tiene la connotación de tensión, agitación, presión, consternación, grande: la misma sensación que sintió cuando vio a María llorar por la muerte de su hermano Lázaro (Juan 11: 33), ansiedad, angustia grande, contender con un adversario, sufriendo mucho (PDT), gran sufrimiento (DHH), angustia (NVI). No era sufrimiento físico, ni corporal ni externo, sino del alma o en todo Su ser (Juan 12: 27, 28)
Era como un peso de plomo que lo abrumaba, tristeza mortal, espíritu atribulado, congoja extrema que ningún ser humano podía soportar sin morir y es cumplimiento de lo escrito (Isaías 53: 3). ¡Nunca antes había sufrido tal emoción o conmoción! Así empezaron Sus sufrimientos del alma (primera etapa). Alma (gr. psuqué): la parte inmortal del hombre, que se distingue del cuerpo (lo interno e interior del ser humano) o todo el ser (NVI): desde adentro hacia fuera. Fue una agonía anticipada (Juan 12: 27, 28). Aun así Su voluntad pudo más que Su estado de ánimo para orar (vr. 36)
3. LA ORACIÓN
a. Muy a pesar de Su TRISTEZA (vr. 37, 38). La tristeza no debe convertirse en obstáculo ni enemigo de la oración (1 Samuel 1: 10; 1 Crónicas 4: 9, 10; Salmos 50: 15; Jonás 2: 1, 2; Santiago 5: 13). Sin embargo; los discípulos se dejaron vencer por la tristeza en vez de orar como Jesús se los pidió! (Lucas 22: 45)
b. Postrado o ARRODILLADO (vr. 39). Hacía poco que Jesús había orado por Sus discípulos con los ojos al cielo (Juan 17). Ahora lo hace por sí mismo pero postrado (rodillas): experimentando la inmensa agonía y Su humildad en la oración. ¡De rodillas es mejor! (Mateo 8: 1-3; Marcos 14: 35; Lucas 22: 41; Juan 11: 32, 33)
c. Oró INTENSAMENTE (Lucas 22: 44). (Gr. Ektenesron): más intencionalmente, con intención, sin cesar (1 Tesalonicenses 5: 17), ferviente, con fervor (PDT), con mucho fervor (LBA), con más fervor (NVI) o en aumento. Y eso que estaba muy triste, angustiado en gran manera y siendo procesado en gran manera en Getsemaní (Santiago 5: 13). La oración nunca está fuera de sazón y cuando más agudo el problema, más ferviente e intensa y frecuente deben ser
Fue tan intensa la oración de Jesús en Getsemaní que Su sudor eran “como grandes gotas de sangre” (Lucas 22: 44). Científica y medicamente se trataba de un fenómeno (comprobado por la ciencia médica) muy rara formada por un exceso de estrés máximo, tensión, sensibilidad o en casos de extrema angustia y es producida mayormente en aquellos que saben que les espera algo grave como por ejemplo la muerte.
La presión arterial es tan grande que logra la ruptura de los vasos capilares mezclándose con las glándulas sudoríparas (mezcla real de sangre y sudor); logrando así una especie de “sudoración sanguínea” (Hematohidrosis o hemohidrosis). ¡Es una descripción de la intensa agonía de Jesús¡ Esta sangre mesclada con sudor eran las “primicias” de Su sangre que en el calvario iba a derramar para pagar por nuestros pecados. La humanidad de Cristo comenzó en Getsemaní a experimentar que era sólo la sangre, lo que podía tratar, expiar y cubrir para siempre nuestros pecados
d. Se FORTALECIÓ mucho (Lucas 22: 43). (Gr. Enisjúo): vigorizar, fuerza, (PDT), firmeza, sostén, energía, fortaleza, confortar, esforzar, un llamamiento a brindar ayuda, consuelo, ánimo y sobre todo es una presencia muy fortificante (hacer fuerte). Significa entonces que Su oración en Getsemaní lo sostuvo a lo largo de todos los acontecimientos de la cruz (llegó fortalecido a la cruz)
e. Con ruegos, suplicas, gran clamor y lágrimas (Hebreos 5: 7). Esto nos habla también de la agonía e intensidad en la oración. No fue una oración seca, sino mezclada con lágrimas (un corazón quebrantado, sensible y tierno de Jesús). “Era un llanto a grito pelado” (gr). Hay tres (3) referencias bíblicas que describen las ocasiones cuando Jesús lloró (Lucas 19: 41; Juan 11: 35; Hebreos 5: 7). ¡Vamos acercarnos a Dios con un corazón de carne, tierno, sensible y quebrantado! (1 Samuel 1. 10; 2 Reyes 20: 1- 6; Juan 11: 32, 33). ¡La oración liquida! Avece nos allegamos a Dios con un corazón duro e insensible. Por eso es necesario hacer un trasplante de corazón espiritual (Ezequiel 11: 19, 20; 18: 31, 32; 36: 26-28)
f. OÍDO por Su temor (Hebreos 5: 7). Primero vio la respuesta del Padre al ser FORTALECIDO por el ángel (Lucas 22: 44), luego fue SALVADO de la muerte mediante Su resurrección (Lucas 24): no lo dejó en el sepulcro (a esto se refiere). Dios Padre lo escuchó por el temor reverente de Su hijo:
Reverente (gr. Eulábeia): pavor (reverente), precaución (religiosa), obediencia (DHH), humildad (PDT), reverencia (NTV) y sumisión respetuosa o reverente sumisión a la voluntad de Dios (Mateo 26: 39, 42; Marcos 14: 36; Lucas 22: 42). ¡He aquí una de los requisitos para que nuestras oraciones sean oídas: el temor reverente! Aparte de la fe (Mateo 21: 22), saber pedir (Santiago 4: 2, 3) y conforme a Su voluntad (1 Juan 5: 14, 15)
g. El CONTENIDO de la oración.
– Se dirige al Padre celestial con una EXCLAMACIÓN angustiosa: “Padre mío” (vr. 39, 42). Todavía podía ver a través de ella a Dios como Padre, aunque la nube era espesa y densa (confirmó que Dios era Su Padre Celestial y Él Su hijo). Tanto así que el Padre lo fortaleció (Lucas 22: 43) y lo escuchó (Hebreos 5: 7). ¡Sin embargo; en la cruz el Padre lo abandonó por el pecado de la humidad que llevó sobre Sus hombres! (Mateo 27: 46)
– Dejó Su sacrificio a la voluntad del Padre (vr. 39, 42): “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (vr. 39). “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad” (vr. 42). “Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú” (Marcos 14: 36)
Se piensan que Jesús estaba pidiéndole otra opción (medio) de salvación a la humanidad o ser liberado de la Cruz. Sin embargo; algunos exegetas consideran lo contrario: “Jesús estaba en tal estado de “shock” que estaba a punto de morir allí en el Huerto y Jesús oró por la liberación de la muerte en el Huerto, para poder cumplir Su propósito en la Cruz” (Buswell). “Jesús oraba para que la copa de la muerte lo pasara de largo esa noche, para Él poder vivir para morir en la Cruz el día siguiente” (Rice). Lo cierto es que Jesús cumplió con la misión del Padre, muriendo en la cruz, para perdón y salvación (Hebreos 9: 11-15, 25-28)
– Exclamó ABBA, Padre (Marcos 14: 36). Era una palabra aramea que traduce como papito, padre mío, mi padre o papá y expresaba una relación muy especial e íntima con Dios (Padre) y Sus hijos (cariño especial), comunión, relación única y confianza del hijo con el Padre, era el término tierno y afectuoso. Aunque raras veces se usaba para referirse a Dios y menos en oración como Jesús lo hizo (Romanos 8: 15; Gálatas 4: 6)
CONCLUSIÓN: en Getsemaní empezaron Sus sufrimientos anticipados, esa misma noche (jueves) lo arrestaron, al día siguiente (viernes) los juicios religiosos y civiles. El mismo viernes lo crucificaron. En Getsemaní fue el sufrimiento psicológico, sentimental, emocional, espiritual. Aquí fue tentado por última vez. Recuerde que después que Cristo venció las tentaciones del desierto: “el diablo se apartó de Él por un poco de tiempo” (Lucas 4: 13).
Ahora en Getsemaní fue su último ataque. Lo que quería era debilitar a Jesús, hacer que huyera, no acatara ni aceptara la voluntad del Padre: fue el mayor ataque, pero fallido (Mateo 26: 39, 42). ¡La oración intensa fue el arma espiritual para vencer esa tentación! ¡AMÉN QUE SÍ!
Preparado para: www.destellodesugloria
Autor: PrediCantor Garys Leandro