Un Destellito En Las Manos De Dios
El Pozo Profundo
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2: 5-8.
El Jefe de la tribu, para salvar al hombre que se había accidentado, debió quitarse de encima todas las prendas y artículos ceremoniales, que indicaban su condición de líder. No hubo dudas en él, por sobre sus vestiduras estaba aquél desdichado que necesitaba ser salvado. Jesús hizo exactamente lo mismo, expresó Destellito. Se despojó de todo aquello que indicaba que Él era Dios, y tomando la humanidad sobre sí, fue a la muerte de cruz, para que el hombre pudiera ser salvado. Son millones los seres humanos que están en el fondo del pozo, sin saber que al borde está el Señor Jesús dispuesto a descender y sacarlos. Los no salvos necesitan oír lo que Jesús hizo por ellos, entonces no dude más y de una vez por todas tome la determinación de transformarse en un atalaya desde lo alto de la torre.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org