¡Quitarse la Vida NO es Una Opción!
(Deuteronomio 30:16.16).
Tristemente el día de ayer me enteré que un joven que fue mi alumno hace algunos años, tomó la decisión de acabar con su vida, ahorcándose. Esta fue una noticia que me impactó de forma sorprendente, porque este chico no pasaba de los 33 años. A veces me decía que escuchaba voces que le decían cosas y aunque mientras estuvo en la Iglesia dio grandes progresos, se apartó del Señor y su vida se hundió en un mundo de tinieblas y de drogadicción. Hizo caso a las voces que le murmuraban cosas que trajeron maldición a su vida, que a la voz del dulce Dios, que quiso darle una vida totalmente diferente.
Hoy he sentido dirigirme a esas personas que están pasando por grandes conflictos emocionales y sienten que no han encontrado solución. Aquellos que tal vez aunque aman a Dios y están intentando salir de muchas cosas que saben que hacen daño a sus vidas y que le estorban espiritualmente y en todos los planos de su vida, luchan con alguna adicción.
En agosto del año 1999 entré a la universidad y recuerdo muy bien que en mi clase de humanidades un día el profesor dijo que había que ser valiente para quitarse la vida sabiendo que dejabas a las personas que amaban y que te amaban. No pude aguantar, levanté la mano inmediatamente y dije al profesor y a todo el grupo: “difiero de usted profesor, valiente somos nosotros, los que escogemos la vida, los que nos levantamos cada día y luchamos a pesar de los problemas de la vida, los que seguimos hacia adelante con ahínco. No creo que quitarse la vida sea de personas valientes”.
Con sinceridad les digo que en mi vida he pasado fuertes pruebas y tormentas. Momentos que no quisiera recordar porque duelen o porque tal vez no logras comprender por qué te hicieron tanto daño gente que ni esperabas o por qué te tuvo que pasar a ti. Sí, así como muchos de ustedes han llegado momentos tan desiertos que he pensado, “Dios mío, ¿para qué estoy aquí? ¿Por qué nací? Tal vez sería mejor no existir. Porque nuestra mente es un campo de batalla y a veces divagamos en tantas conversaciones con nosotros mismos. Pero inmediatamente recuerdo a Dios, el gran amor de mi vida, los propósitos que ha dicho que tiene en mi vida. Recuerdo que si estoy aquí con vida es porque Dios quiere hacer cosas lindas en mi vida y quiere utilizarme como canal de bendición. Viene a mi memoria que no es justo rendirse después que he luchado tanto y que un día si sigo siendo fiel me espera una corona y una vida eterna en el cielo.
Hoy amigo y hermano que me lees, quiero decirte que no te quites la vida. Que no hagas casos a esas voces que te dicen que terminar con tu existencia, acabará todos los problemas. En estos momentos es posible que no veas un oasis en medio de tu desierto, tal vez te han dejado muchas personas, quizás no ves la luz en medio de este túnel oscuro. Pero te diré algo que mi papá me dice: “nosotros podemos ver solo la pared de al frente, pero nuestro Dios ve lo que hay detrás de ella”. Y en sus planes hay muchas cosas buenas reservadas para ti si sabes escuchar su voz y seguir luchando. Nadie dijo que esto sería fácil. Jesucristo dijo: “En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad yo he vencido al mundo”. Y estas palabras quieren decir mucho, quieren decir que él está a nuestro lado para darnos la salida y que podamos salir hacia adelante. Aguanta un poco más, resiste, no dañes esos pensamientos maravillosos y caminos altos que Dios tiene con tu vida.
Me duele saber que este chico, se perdió en un mundo de oscuridad y de soledad. Que hacía tanto tiempo que no sabía nada de él y que la última noticia de la que me enteré es tan triste.
¡Dile sí a la vida y no a la muerte!
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: escritosdelsilencio.blogspot.com, www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org