¡Cuánto te Amo mi Dios!
¡Te amo mi Señor, eres mi fortaleza!
Me has amado desde antes de mi nacimiento.
Has marcado mi senda, tus palabras fueron guardadas en mi corazón.
Eres mi lucero resplandeciente, mi luz que nunca se apaga.
Cada mañana al despertar y en las noches antes de irme a dormir, eres mi primer y último pensamiento. Estoy aferrada a tu amor y gracia.
Desconectada de tu presencia no puedo estar.
Lejos de ti mi vida solo es hoja suelta que lleva el viento.
Por que yo estoy destinada para ser por siempre tuya,
Tú eres el dueño de mi alma entera.
Mis ojos al ver tu sol reconocieron tu resplandor.
Eres el faro que conduce mi vida.
Alineada a ti, aferrada a tu voluntad se cuán lejos puedo llegar.
No quiero vida fuera de ti, ni un mundo diferente por bello que parezca si en él no te encontraras tú.
Porque en el paraíso de tu gracia es donde yo recibo el amor que por siempre he soñado y deseado.
Gracias por ser en mi vida la fuente inagotable de paz,
el río de donde fluye y proviene todo lo bueno que tengo.
Todo lo que soy te lo debo.
¡Eternamente estoy enamorada de ti mi Dios!
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Autora: Brendaliz Avilés
Escrito para www.brendalizaviles.com – www.devocionaldiario.com – www.destellodesugloria.org