¿Por qué no nos rendimos a Él?
Hasta que llego esa noticia, no lo esperabas, ni siquiera te imaginabas que podía ser, pero esa noticia vino y te bajo de la cima, hizo que completamente te derrumbaras en tu animo, ahora todo ha cambiado, parece como que si no tuvieras fuerza, tu animo al hablar a cambiado, tu voz no es la misma, se puede sentir el momento duro que estas experimentando en tu tono de voz.
Quisieras hacer algo, quisieras que las cosas fueran de otra forma y que esa noticia que recibiste jamás hubiera llegado. Hay un dolor de cabeza que se apoderado de ti, no tienes pensamientos para otra cosa, eso te ha robado totalmente la atención.
Sinceramente, no quisieras sentir esto, quisieras hacer algo para dejarlo de sentir, pero no puedes evitar que este allí y que te haya afectado de esta manera.
¿Qué podemos hacer?, ¿Hay algo que pudiera hacer?, pueda que quizá no, pero en esos momentos en donde de verdad sentimos que las fuerzas se nos han ido, en donde nuestro cuerpo físico tampoco responde como quisiéramos y en donde nuestra mente está bloqueada por esa mala noticia, tenemos que ir y rendirnos a Él.
¿Por qué no nos rendimos a Él?, ¿Por qué no dejamos que El sea quien tome el control de esa situación?, no sé cómo vamos a salir, no sé qué resultados traerá, pero de su mano todo es más fácil.
Dile de esta forma:
“Señor, tu sabes que yo no quisiera enfrentar esto, la verdad es que tengo miles de preguntas, pero no gano nada con pronunciarlas, solo quiero sumergirme en ti, quiero depositar mis ansiedades, mis cargas, mi angustia en ti. Reconozco que soy débil, que esto me ha afectado fuertemente, pero tú conoces que dentro de mi corazón hay un anhelo muy fuerte de buscarte, de someterme a ti, de permitir que tú lleves a cabo tu voluntad en mi vida, aun cuando aparentemente eso sea doloroso. Hoy quiero rendirme a ti, reconocer una vez más que sin ti no puedo, que las fuerzas me faltan y que físicamente no me siento bien, pero sé que tú eres el dador de vida, el dador de fuerza, quien nos anima y levanta nuestra cabeza para seguir adelante. Toma tu el control, porque yo lo he perdido, haz lo que te parezca que es lo mejor, pero en medio de todo no me sueltes, porque yo querré soltarme, mas tu tómame de la mano y no me sueltes, te necesito, quiero estar junto a ti, permíteme descansar en ti, que tu paz sobrenatural inunde mi mente, mi corazón y todo mi ser, hoy quiero reposar en ti, abrázame fuerte. Gracias mi Señor, porque sé que estás conmigo, porque en medio de todo esto tú te mostraras de una forma poderosa como siempre lo has hecho. Gracias Padre mío, en el nombre de Jesús, Amen”.
Sé que el Señor está al tanto de tu situación, por muy difícil y duro que parezca, jamás tienes que olvidar que Dios no te desamparara, aun cuando no entiendas lo que te tocara enfrentar, tienes que estar seguro que Dios jamás se alejara de tu lado.
La noticia puede ser muy mala, pero mi Dios es extremadamente Bueno.
“…Mi amigo, te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen! ¡Por eso siempre confío en él!”
Salmos 55:22-23 (Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
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