EL ENOJO
Sabes el problema es que a veces nos enojamos por cosas muy sencillas y a veces por cosas tan tontas y pequeñas el enojo puede producirte enfermedades irreversibles o hasta la misma muerte, ejemplo por un enojo hoy hay miles en los hospitales torcidos, con derrame cerebral muchos son daños pequeños, pero muchos han quedado ciegos, cuadripléjicos, en coma, o puros vegetales, en Guatemala quebró Bancafe (un banco) y uno de los cuenta habientes que tenía allí una gran cantidad de dinero ahorrado al oír lo sucedido su enojo fue tan grande que se murió
Efesios 4:30-32 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. En una vida consagrada no hay lugar para el enojo constante, ya sea en forma de cólera o de resentimiento.
La verdad es que al haber un enojo afloran todos estos sentimientos descritos arriba en el versículo 31, los cuales a veces nos meten en muchos problemas, alejándonos muchas veces de amigos, familiares, padres etc., de los cuales la verdad la única forma de poder arreglar todo esto es a través del perdón, algo increíble pero cierto este 31 de Octubre y 01 y 02 de Noviembre 2010, miles de personas fueron a visitar cementerios para llevar a sus muertos comida, mariachis, les celebraron a toda pompa, lee bien a sus muertos, sabes no es hacer de menos a alguien que ya murió pues los recuerdos y los mejores momentos vividos con ellos perduraran por siempre en la memoria de cada uno y en su corazón, pero algo increíble aunque usted no lo crea y no es publicidad hoy en día por un enojo muchas familias están distanciadas, hay división entre hermanos, padres e hijos, hermano con hermano, padre con madre, porque no perdonar y visitar y hacer una pequeña reunión con los que están vivos en lugar de buscar a los muertos que ya no te pueden abraza, besar, decirte lo mucho que te quiere, porque no dejar las heridas en manos de Dios para que él le aplique ungüento y estas sanen
La cólera que nos endurece el corazón se convierte en una puerta a Satanás. El método carnal para «curar» el enojo es, o bien darle rienda suelta (con la rabia), o bien suprimirlo (con el resentimiento). Ninguna de las dos cosas resuelve el problema, o hacen que la persona airada se sienta mejor, la manera en que Dios se ocupa de este peligroso sentimiento es dándote amor, de su puro y eterno amor por ti, elimina el enojo y nos hace libres pero debemos reconocer que estamos enojados para recurrir a la ayuda de Dio y reconocer que necesitamos un cambio en nuestra vida.
Como dice el pasaje de hoy, debemos dejar «toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia» Pero para ello es necesario que reconozcamos que existe, porque solo vamos eliminar algo que reconocemos que existe y es dañino para nuestra vida, Ya sea que estemos enojados con nosotros mismos, con otra persona, o con Dios por algo que pasó y que nos causó un gran dolor, tenemos que aceptar la responsabilidad por ese sentimiento. Pretender que no existe, o decir «yo nunca me enojo», o «no estoy enojado sino molesto”, no sirve de nada.
Recuerda Jesus se enojo, dice la palabra de Dios que hizo un cordón con un lazo y saco a todos los cambistas y vendedores del templo que lo habían vuelto mercado.
Si siente algún enojo, reconózcalo y después identifique su origen, saber quién o qué desató la furia puede evitar que dirijamos mal la irritación contra alguien que es inocente, afectando a los que están a nuestro alrededor, regularmente dañamos a las personas que más amamos, cuando por impotencia sacamos delante de ellos nuestra ira, nuestro enojo aun cuando ellos no tienen nada que ver con la situación presente.
Hay un dicho: “las palabras se las lleva el viento” pero yo creo que no es cierto, sino que las palabras son “cuchillos afilados” que el diablo clava en el corazón de nuestros seres amados desgarrándolo, dañándolo y a veces dejando graves heridas que solo Cristo y su amor pueden sanar, he aquí algunas preguntas que le ayudarán a identificar el origen de su enojo:
¿Por qué estoy enojado?
¿Contra quién estoy enojado?
¿Qué me hizo sentir de esta manera?
¿Dónde o cuándo comenzó mi enojo?
¿He estado enojado durante mucho tiempo?
¿Como podre eliminar este enojo?
Una vez que conozcamos la fuente de nuestro enojo, es tiempo de perdonar, sin importar qué. Muchas veces tenemos enojo contra alguien que ni siquiera está enterado o que está muerto y estamos cargando con esa cólera por una herida que nos hicieron. La cólera y la falta de perdón van a menudo de la mano, y son una pesada carga que nos debilitarán y son a su vez armas de Satanás para destrucción de hogares, familias relaciones entre amigos, compañeros de trabajo, etc.
Dejar el enojo significa caminar en la voluntad de Dios caminando hacia de ÈL con paso ligero. Dejemos a Dios esa pesada carga del enojo, el miso dijo: Venid a mi todos los que estéis cargados y angustiados y YO dice Jesus los haré descansar, aprendamos a reposar en Jesus que su amor ministre nuestro corazón y nos ayude a perdonar y aceptar a todas las personas tal y como son, así como EL nos aceptan a nosotros con todos nuestros defectos y cosas malas que aún persisten.
Proverbios 14:17 El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido.
Cuando te enojas y sale a relucir tu ser interior malo, te vuelves perverso y aborrecible a todos los demás, Ejemplo: un Padre de familia que llega borracho todos los días llega el día en que sus propios hijos y esposa dicen ha ya viene ese infeliz, se ha hecho aborrecible a los ojos de los que más ama, la verdad es que cuando hay enojo, ira dentro de nosotros los primeros que salen lastimados son nuestros seres más queridos nuestra pareja y nuestros hijos, no guardemos nuestro enojo mejor desechémoslo de nuestro corazón y que Dios haga el resto, aprendamos a vivir en esa paz que solo Dios da.
Jonás 4:1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.
A veces nuestro enejo es contra Dios porque no nos ha contestado nuestra petición, o porque no hizo como nosotros queríamos pero eso solo denota altanería, soberbia, porque hay que ser pacientes con Dios y humildemente esperar, recuerda que las malas noticias llegan primero y si Dios se está tardando es porque las noticias son buenísimas, ten paciencia y pide perdón a Dios por enojarte con él, y vive en armonía con el Espíritu Santo que te llenara de fuerzas y paz.
Oración:
Padre Santo, Dios todo poderoso hoy te pido perdón por mi enojo, hoy te pido que lo quietes de mi corazón, perdóname por haber herido y lastimado a muchas personas con mi enojo, pero hoy te suplico bendice mi vida dándome tu perdón y renueva un corazón integro y recto dentro de mi, quita toda raíz de amargura, toda ira, gritería, maledicencia, todo lo que ha estorbado mi relación contigo y me ha distanciado de ti de mis hijos, esposa y seres queridos, todo lo que no te agrada de mi carácter te lo entrego hoy glorifícate en mi trasforma mi vida y ayúdame a ser diferente, cambia mi mala forma de ser, reconozco que es inadecuada, y que he estado enojado sin razón valedera, por favor Padre Celestial cámbiame y hazme como tú en el nombre de Jesus Amen.
Dios derramé muchas bendiciones sobre tu vida
Dios bendiga y prospere tu caminar en Cristo Jesus su hijo amado.
Autor: Hugo Leonel Orellana Martinez
Escrito para www.destellodesugloria.org