Carta a una amiga adulta soltera
Querida amiga,
Quisiera saludarte primeramente esperando que te encuentres bien, quiero compartir contigo mi experiencia personal, yo sé cómo te sientes yo también soy un adulto soltero, se lo que es ser la única del grupo sin casarse, perder afinidad con tus amigas que se han convertido en nuevas esposas y madres haciendo que el interés de antes obviamente no sea el mismo, por lo que poco a poco la frecuencia en la amistad disminuye, se lo que es sentirse diferente en la iglesia cuando la mayoría de nuestra edad ya tienen su propia familia, pareciera que uno formara parte de un grupo minoritario y extraño puesto que lo “normal” es que todos en algún momento formen su propia familia, ¿estoy exagerando? Creo que no. Se lo que se siente ver películas, programas, comedias, o shows en donde todo está orientado a encontrar a la media naranja haciendo que nuestro corazón se ilusione y deseemos formar parte de historias como esas, se lo que es fantasear con la llegada de un príncipe azul que te rescate y que tu historia termine con un final feliz, se lo que se siente esperar el cálido abrazo de un compañero luego de una dura jornada de trabajo, se lo que se siente desear la mano de un compañero cuando estás a punto de escuchar noticias poco agradables, se lo que es anhelar sentirse amada, valorada y querida por lo que eres sin importar cómo te veas o lo que tengas. No se si los cuento de hadas nos han influenciado mucho, la verdad es que en líneas generales todas deseamos encontrar ese amor puro y desinteresado que vemos en las historias y películas, por mi parte luego de mucha frustración escogí no lamentarme más sobre mi soltería y como no tenía un esposo e hijos que atender pues contaba con mucho tiempo para hacer algo mas, entonces decidí entregarle a Dios todo mi tiempo y trabajar para El, sin embargo en mi corazón todavía existía la ilusión de encontrar “el verdadero amor”.
Por un tiempo tuve algunos problemas de salud, pase por un período en el que estaba limitada con respecto a mis funciones físicas no soportaba hacer alguna actividad por mucho tiempo por lo que pasaba gran parte del día en cama, me sentía inútil, hacia poco que había entendido que mi soltería era una bendición de parte de Dios y que mi tiempo y mi trabajo se lo debía ofrecer a El, eso me llenaba grandemente sentía una satisfacción al trabajar para su obra, ser un instrumento en sus manos le daba sentido a mi vida, pero ahora estaba enferma y no podía trabajar ¿como podría servir entonces?, ¿como puedo ser útil así?, La frustración volvió a tocar a mi puerta, pensamientos de inutilidad, depresión y tristeza me atormentaban, por un tiempo me sentí muy mal pero luego recordé un pasaje en Isaías 43:4b que dice: “porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra”, ¿estaba Dios diciéndome que me amaba en ese momento en el que yo pensaba que no era útil para El? ¿está Dios diciéndome que era precioso ante sus ojos a pesar de lo mal que me veía? ¿cómo puede amarme Dios en estos momentos en los que no tengo nada que ofrecer? entonces allí comprendí que el amor verdadero y desinteresado que siempre había deseado estaba a la puerta de mi corazón, Dios me ama por lo que soy y no por lo que hago, me ama en salud y en enfermedad, cuando me veo bien y cuando me veo mal, me ama en lo mucho y en lo poco, en escasez y en abundancia, ME ACEPTA Y ME AMA POR LO QUE SOY, Él es quien sostiene mi mano cuando estoy a punto de escuchar malas noticias, es el quien me abraza cuando estoy cansada, es El quien escucha todas mis angustias y tristezas y lo mas importante es que Él es quien sostiene mi corazón cuando no puedo más, ¡Él es mi amado príncipe azul! «Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta!». Cantar de los Cantares 5:2 Nueva Versión Internacional. Confío que Dios me presentara a mi compañero en esta vida pero estoy segura de que él no me va a amar cómo Dios lo hace, tengo la convicción de que Dios cumple nuestros anhelos mas profundos siempre y cuando estén dentro de sus planes divinos, y si el anhelo de mi corazón es unirme con un hijo de Dios en el momento que mi Padre Celestial lo desee se cumplirá, pero lo mas importante es que el deseo ya no es una frustración que me atormenta, la soltería solo es una condición natural y humana, pero el anhelo de amor y búsqueda de la felicidad la he alcanzado, El Señor es mi final feliz.
Querida amiga, el deseo de un compañero es natural pero tu vida no se puede detener por eso, no te entristezcas, no ofendas a Dios deseando encontrar el verdadero amor, porque no hay nada más verdadero y puro que el amor de tu Padre celestial.
El SEÑOR se le apareció desde la distancia y le dijo: Con amor eterno te he amado y por eso te sigo mostrando mi fiel amor. Jeremías 31:3 Versión Palabra de Dios para Todos.
Autora: Marianny I. Gutiérrez
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org