Con Dios sin afán
Es precisamente el afán lo que hace que retrasemos las bendiciones de Dios, pues queremos hacer todo a nuestra manera y no dejamos que Dios actúe. Me impresiona lo acelerados que somos, pero me impresiona más la manera en que Dios soluciona nuestros problemas. Es que definitivamente Él piensa en todo, no se le escapa ningún detalle, Él es Todopoderoso y perfecto, por lo tanto, nada de lo que haga va a quedar mal hecho o a medias.
Es una estrategia de Satanás hacernos creer que Jesús se ha olvidado de nosotros, o que simplemente permite que nos pasen cosas malas por que nos ha abandonado. Es tan ilógico pensar que alguien tan Santo fuera crucificado en una cruz y sufriera tanto, para que luego se olvidara y abandonara a quien fue su motivo de sacrificio.
Es verdad que cuando caminamos con el Señor se presentan situaciones tremendas, difíciles de superar, nos pasan cosas que jamás imaginamos. Las tribulaciones traen eterno peso de Su gloria (2 Corintios 4:17). En estos días recordaba cuando empecé a caminar con el Señor: fueron momentos de luchas internas, era un choque entre mis emociones, lo que creía que me convenía y en lo que Dios tenía para mí. Como toda mujer a esa edad tenía ilusiones de tener una pareja que me cuidara, me valorara y me respetara, pero la verdad no encontraba nadie que llenara mis expectativas, precisamente cuando conocí a Dios estaba pasando por la ruptura de una relación.
Tome la firme decisión de entregar mi vida completamente al Señor pero de repente llego a mi vida alguien que creía el hombre ideal para mi, llenaba todas mis expectativas, solo le faltaba algo y era que no tenía a Dios en su corazón, es decir, le faltaba todo. Muchas veces pensé retroceder, y dejarlo todo por “el hombre de mis sueños” quien termino convirtiéndose en el hombre de mis pesadillas.
Estoy tan agradecida con Dios porque su amor pudo tanto que no permitió que diera un paso en falso. Debemos de tener mucho cuidado, pues Satanás se disfraza de oveja, nos quiere engañar y desviarnos con otras cosas para que no le demos un lugar en nuestra vida a Dios. Cuando te decides por Jesús, van a venir las tentaciones más fuertes, el enemigo te va colocar muchas trampas, te va querer desviar con dinero, cosas materiales, amores fugaces pero ojo, cuando Dios está a punto de entregarte algo, siempre el enemigo va querer impedirlo. Por eso hoy digo con toda seguridad que vale la pena esperar en Dios, que no importa el vacio que tengas o la necesidad, Él piensa en todo.
¨Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirᨠMiqueas 7:7 (RVR1960).
Seguir al Señor no es fácil, pero los verdaderos valientes arrebatamos el Reino de los Cielos. No te dejes llevar por las apariencias, si esa persona es hermosa y finja tener buenos sentimientos, no te dejes llevar por que tenga una buena posición económica, un súper trabajo, un súper carro o una súper casa, si esa persona no tiene a Dios en su corazón, no es dueño de nada, no tiene nada, y de nada le sirve las cosas que posee, porque los bienes materiales al final del camino no definirán que tan buena persona sea.
Nunca debemos olvidar que al ser tomados de la mano por Jesús ya no serán nuestros sueños los que se cumplirán sino los suyos, Dios se la pasa soñando con nosotros y todo lo que hace por llamar nuestra atención es porque nos ama y nunca nos va dar algo que nos aleje de Él, que le quite el lugar que tiene en nuestro corazón, y mucho menos que haga que nos olvidemos de Él.
En medio de tu desierto encontraras manantiales preparados para ti, hoy puedo dar fe de eso, darle el primer lugar a Dios y colocarlo por encima de todo vale la pena, es una gran muestra de que le amamos. Decirle que no a algo o a alguien por Dios es más que importante, no sabes cuánto alegra su corazón y no es cuestión de palabras es cuestión de hechos.
¨ Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado¨
Romanos 5:3-5 (RVR1960).
Autora: Jessica Terán
Escrito para: www.destellodesugloria.org