¿CUALES SON TUS PLANES?
Para algunos, Dios es una variable en esos proyectos; en otros, ni siquiera figura. Es muy conocida la frase “si Dios quiere” aunque la mayoría solo la pronuncia en un estado de superstición ya que, no tienen en cuanta a Dios en sus planes; tampoco buscan la guía de Dios para sus vidas.
Dice la Biblia: “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Santiago 4:13-15 (VRV)
La Biblia nos da dos pensamientos a tener en cuenta ante nuestros proyectos de vida: «Si el Señor quisiere, y si viviéremos». Si el «Señor quisiere» expresa, que conocemos a Dios, y que ponemos nuestra vida en sus manos para que él nos guíe. «Si viviéremos» expresa la idea, que somos concientes que «es Dios quien nos da vida.»
Pero para tener estos dos pensamientos presentes debiéramos haber conocido a Dios anticipadamente. Cuando reconoces a Cristo, como tu salvador, El pasa a ser lo más importante en tu vida, y toda ella empieza a girar alrededor de Él. Aquellos que han creído en Jesús tienen proyectos que van más allá de los planes de esta tierra, tienen «un tesoro» que no está guardado en los bancos, ni en las cajas fuertes, sino en los cielos. Aquellos que han creído en Jesús tienen proyectos de vida eterna, son solo peregrinos en este mundo, están de paso, sabiendo que les espera una patria mejor.
Es bueno tener metas, pero las metas nos pueden decepcionar si dejamos a Dios fuera de ellas. No vale la pena hacer planes como si Dios no existiera porque el futuro está en sus manos. ¿Qué te gustaría estar haciendo dentro de diez años? ¿En un año más? ¿Mañana? ¿Cómo reaccionaría si Dios interviniera y modificara tus planes? Planifica por adelantado, pero no te aferres mucho a tus planes. Si pones los deseos de Dios en el centro de tus planes, Él nunca te decepcionará.
Lo importante no son nuestros planes, sino que estemos en los planes de Él.
Lo importante no es lo que logramos para nosotros mismos, sino lo que podemos hacer en Él.
Autor: Gustavo J. Iriart
Escrito para www.destellodesugloria.org