Un Destellito En Las Manos De Dios
El Lago Cenagoso
Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Salmo 40: 1,2.
Situaciones como las vividas por aquellos dos compañeros en Alemania, le puede suceder también a los hijos y a las hijas de Dios Creador. Son ocasiones cuando las enfermedades, las dificultades financieras, las tentaciones, o el pecado, se hacen tan insoportables, que puede parecer que todo está perdido, sin embargo, el Señor está atento a cada una de las situaciones. El secreto para salir en victoria lo dice claramente el salmo mencionado: la paciencia, que es parte del fruto del Espíritu. Eso significa que siempre hay que esperar la ayuda que vendrá desde lo alto, así como el joven gritó para ser oído por su par, también los hijos de Dios son oídos por Él, no sólo para rescatarlo del lodo cenagoso sino para ponerlo sobre una roca firme, la cual es Cristo Jesús, expresó finalmente Destellito.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org