El Señor te librará
El oficial asirio les respondió: —El rey de Asiria me envió a hablarles a ellos y no a ustedes ni a Ezequías, porque ellos, lo mismo que ustedes, se van a quedar sin comida y sin agua. Será tanta el hambre y la sed que tendrán, que hasta se comerán su propio excremento, y se beberán sus propios orines. Después el oficial asirio se puso de pie y gritó muy fuerte en hebreo:
«Escuchen lo que dice el gran rey de Asiria: “No se dejen engañar por Ezequías, porque él no puede salvarlos de mi poder. Si les dice que confíen en Dios porque él los va a salvar, no le crean. Hagan las paces conmigo y ríndanse. Entonces podrán comer las uvas de su propio viñedo, los higos de sus árboles y beber su propia agua. Después los llevaré a un país parecido al de ustedes, donde hay trigo, viñedos, olivos y miel. Allí podrán vivir bien y no morirán. No escuchen a Ezequías, pues él los engaña al decirles que Dios los va a salvar. A otras naciones, sus dioses no pudieron salvarlas de mi poder. Ni los dioses de Hamat, Arpad, Sefarvaim, Ivá y Hená pudieron salvar a Samaria de mi poder. Así que, ¡no esperen que el Dios de ustedes pueda salvar a Jerusalén!”» La gente se quedó callada, porque el rey les había ordenado no contestar. 2 Reyes 18:27-37
El enemigo siempre querrá atacar a los hijos de Dios, sembrando en las personas la envidia, el odio, la división y la guerra. Así como Senaquerib envió a sus oficiales, así el enemigo mandará a personas a que te menosprecien por ser cristiano, a que te calumnien y a manchar tu reputación.
y le dijeron al profeta: —El rey Ezequías dice que hoy es un día de luto, de castigo y de vergüenza. Ya hemos perdido las fuerzas; estamos completamente desanimados. Ojalá que Dios haya escuchado los insultos que el oficial de Senaquerib lanzó en contra del Dios de Israel, y que lo castigue. Pídele a Dios que ayude a los israelitas que aún quedan con vida.
Isaías les respondió: —Denle al rey este mensaje de parte de Dios: “No tengas miedo de los insultos de ese soldado. Yo haré que el rey Senaquerib reciba una mala noticia que lo obligue a regresar a su país, y allí lo matarán”. 2 Reyes 19: 3-7
¿A quién no le ha pasado que los han insultado? O nos han dicho palabras que nos hieren para desanimarnos, ofensas, calumnias, rumores que las personas levantan para hacernos temer y perder las fuerzas, y muchas veces de quien menos esperamos.
Ezequías tomó la carta y la leyó. Luego fue al templo, extendió la carta delante de Dios 1y oró diciendo:
«Dios de Israel, tú tienes tu trono sobre los querubines. Tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el creador del cielo y de la tierra. ¡Préstanos atención! Mira lo que nos está sucediendo. Escucha lo que dijo Senaquerib para ofenderte a ti, el Dios de la vida. Es verdad que los reyes de Asiria han destruido a los países y sus territorios, y que han echado a sus dioses al fuego. Pero en realidad ésos no eran dioses, sino imágenes de madera y de piedra hechas por manos humanas, y por eso fueron destruidas. Dios nuestro, te rogamos que nos salves del poder de los asirios, para que todas las naciones de la tierra sepan que tú eres el único Dios».
Después Isaías le mandó este mensaje a Ezequías: «Nuestro Dios, el Dios de Israel, ha escuchado tu oración. 2 Reyes 19: 14-20.
Cuando venga un Senaquerib y nos declare la guerra, cuando envié mensajeros diciendo que nos va a destruir nuestra vida, ministerio, familia, lo primero que debemos hacer, así como lo hizo Ezequías tomar esas cartas, tomar esas calumnias, toda palabra de maldición que quisieron mandar contra ti, Presentárselas al Señor, en Su presencia todo odio se derrite, tu pelea de rodillas, solo busca Su ayuda, Su socorro que solo viene de nuestro Dios, y Él te defenderá.
¿A quién insultaste y ofendiste?
¡Me ofendiste a mí, al Dios Santo de Israel! 2 Reyes 19:22
Sabemos que Dios defiende a quienes le temen y cuando alguien nos quiere hacer algún mal, no se dan cuenta que están tocando a la niña de Sus Ojos, y que se burlan de un Hijo de Dios.
”Senaquerib,
yo sé todo lo que haces;
sé a dónde vas y de dónde vienes.
Y sé que te enojaste contra mí.
¡Te enfureciste y te llenaste de orgullo!
Pero voy a ponerte un gancho en la nariz,
como se les pone a los bueyes,
y un freno en la boca,
como se les pone a los caballos;
¡voy a hacerte regresar
por el camino por donde viniste!”»
Después Isaías continuó diciéndole a Ezequías: «Voy a darte una señal que te hará saber lo que va a pasar: Este año y el próximo, lo único que el pueblo comerá será el trigo que crece por sí solo. Pero en el tercer año ya podrán sembrar y cosechar, plantar viñedos y comer las uvas. »Los habitantes de Judá que aún queden con vida serán como árboles bien firmes que producen mucho fruto. 2 Reyes 19:27-30
¡Gloria a Dios! El Señor no solo callará las bocas y lenguas mentirosas que se levanten contra ti, así también te hará prosperar y resplandecer aún más como un árbol que da fruto, para que reconozcan que el que está contigo es MAYOR.
Dios quiere que sepas que Senaquerib no entrará a Jerusalén. No disparará ni una sola flecha; no la atacará ni construirá plataformas para subir por sus murallas. Tendrá que volver por donde vino. Dios ha dado su palabra.Dios protegerá esta ciudad, por amor a sí mismo, y por amor a David, quien le fue fiel en todo». Esa noche, el ángel de Dios fue y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio, y a la mañana siguiente el campo estaba lleno de muertos.Entonces Senaquerib regresó a su país y se quedó en la ciudad de Nínive.
Pero un día, mientras Senaquerib estaba adorando en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Sarézer fueron y lo mataron, y luego escaparon a la región de Ararat. En su lugar reinó su hijo Esarhadón. 2 Reyes 19: 32:37
De Dios es la venganza, aunque contra ti se levante guerra, debes confiar en el Señor, que el pelea por ti, que Él te defenderá de las calumnias, porque Él te ama y está con los que le son fieles. Él mismo hizo que los hijos de Senaquerib acabaran con él.
Autora: Kari Gazo
Escrito para www.destellodesugloria.org