Un Destellito en las manos de Dios
¿Quién dicen los hombres que soy yo?
La Historia de los hijos e hijas de Dios Creador, posee situaciones que a veces asombran, dijo Destellito. Una de ellas dice relación a un personaje muy importante de una gran nación. Cuenta la Historia que Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, cortó y pegó un ejemplar del Nuevo Testamento, eliminando las secciones que él consideraba se referían a la divinidad de Jesús, y conservando otros pasajes sobre las enseñanzas éticas y morales del Señor; Destellito suspiró profundamente para luego leer:
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipos, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16: 13-16.
Thomas Jefferson, pretendió separar en dos a Jesús, para quedarse con aquél que cumplía sus expectativas, con el Maestro, con el hombre llamado Jesús éticamente y moralmente elevado, y excluir al Cristo, el Hijo del Dios viviente, demostrando que tenía un grave problema de credulidad, expresó Destellito.
La divinidad y la humanidad de Jesús, es una unidad indisoluble, eterna; expresión visible de Dios Creador aquí en la tierra, como en los cielos. Hay muchos que hoy tienen una visión sesgada de Jesús, y que al igual que Jefferson, prefieren la parte que más les acomoda. No es posible creer en el Jesús Hombre, y dejar de lado al Jesús Salvador, así como no es posible creer en el Jesús Salvador, y no creer en el Jesús Hombre. Dice la Escritura de Jesús:
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Juan 6:41.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org