TU SILENCIO

Muchas son las situaciones de los creyentes que nos llevan a clamar y a tener como respuesta de parte de Dios solo su silencio, y no queda más que orar y esperar… hasta ver la solución.

Pero ¿Qué pasa cuando Dios es el que se la pasa hablado a nuestras vidas de cualquier manera y los que permanecemos en silencio somos nosotros?

Ese silencio lo tenemos cuando no queremos orar, cuando no respondemos al llamado que Dios nos hace, ignoramos lo que el nos dice o lo que nos está pidiendo, simplemente hacemos caso omiso y sin decir nada, damos media vuelta y seguimos.

“guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.”

Salmos 37:7

Tal vez no quieres hablar con Dios por que estas cansado, dolido, las cosas no te están saliendo bien, quizás has fracasado, no tienes pareja, no tienes dinero, no tienes trabajo, etc.… son cantidades de cosas que nos pueden provocar ese tipo de silencio.

Decides dejar que la vida siga sin decirle nada a DIOS, callamos cuando sabemos que debemos hacer algo y no lo hacemos y no tenemos nada que decir delante de su presencia y también cuando nos sentimos decepcionados por algo que nos pasó y que a pesar de ser fiel a Dios todo lo ¨malo¨ nos pasa.

Así cuando Dios calla por que tiene el control de todo, nosotros callamos porque todo nos descontrola.

Tal vez llegaste al punto en que has orado tanto y tanto, que ya no sabes más que decir, pero bueno es esperar en silencio, siempre y cuanto en tu corazón no exista duda y temor; el silencio no es malo.

Malo es cuando lo usamos para ofender y alejarnos más de Dios, cuando no queremos saber nada de El y no hablarle. Una cosa es el silencio en fe y obediencia en medio de la prueba y otra cosa es el silencio para ignorar y dejar de hablar con Dios, rechazando su plan en nuestras vidas.

Escrito por Jessica Terán
Para www.destellodesugloria.org