Un Destellito En Las Manos De Dios

La historia que en el presente día compartirá con ustedes Destellito, trata de un niño llamado Carlitos. Estaba muy entusiasmado jugando en el jardín de su casa, cuando salió su madre para decirle que debía entrar a la casa. Ella había notado que el clima había cambiado y que pronto se dejaría caer la tormenta. Carlitos, enojado, al sentir que la puerta se cerraba, corrió para salir del jardín y se internó en el bosque, había decidido ser libre, y no ser mandado por nadie. Se sentó a descansar a los pies de un árbol, contento con lo que había hecho. No había pasado mucho tiempo cuando gruesas gotas de aguas humedecieron su rostro, luego fue más, y más, hasta dejarse caer un verdaderoaguacero. Intentó retomar el camino a casa, y le fue imposible, había barro por todas partes, y lo más grave es que estaba totalmente desorientado, y se acordó de los brazos cálidos de su madre, de pronto, hirió su cabeza al perder el equilibrio, golpeándose en una gran piedra Ésta, junto a su hija, desesperadamente trataban de encontrarlo, con linternas en mano lo llamaban, hasta que fue encontrado tendido en el suelo, sin conocimiento, empapado y muy, muy helado. Carlos, despertó sobre su cama, arropado, curada su herida, y con mamá a su lado. —Mamá, perdóname por no obedecerte, creí que podía mandarme solo, dijo. —Te basta con la experiencia que has tenido, cuando se trate de obedecer, recuerda lo que has vivido en estas horas.

Perdido En El Bosque

Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto. Hechos 7: 38,39.

Duramente Carlitos aprendió la lección. Existía un lazo de sangre entre él y su mamá, que lo obligaban a obedecer, es una ley natural que sea así, si no fuera de esa manera, la sociedad sería un caos. La obediencia es un pilar que mantiene unida a la familia, donde cada uno cumple su rol, en sujeción. Cuando un miembro de la familia rompe la normalidad de la relación, causa daño, y las consecuencias sobre sí, pueden llegar a ser muy duras, las vivió Carlitos.

Los hijos y las hijas de Dios también tienen con Él un lazo de sangre, que los obliga a obedecer; la obediencia no es opcional.

El reproche de Esteban, bajo la unción del Espíritu Santo, es que a Moisés le fue dada palabra de vida que compartir con la nación israelita, más la rechazaron no obedeciéndola, a tanto llegó, que sus corazones se volvieron a Egipto, o sea que, aunque físicamente estaban formando parte de la congregación, el corazón del pueblo añoraba la vida antigua, lo que habían dejado atrás. Es mi deseo, señala Destellito, que usted no sea de aquellos que participando en una congregación, en su corazón extrañan la vida que dejaron atrás, si es que se le puede llamar vida a eso.-

Por Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org