Poder y presencia

Poder y presencia

presenciaEl otro día veía por la televisión a un pastor argentino que hablaba sobre los nuevos y los no tan nuevos (por no decir viejos) creyentes y cómo cada uno de ellos se relacionaba con el poder y la presencia de Dios.

Cuando recibimos al Señor como nuestro Salvador, sabemos que hay “algo” que se activa dentro de nosotros, todos lo hemos experimentado en alguna etapa de nuestras vidas (si no lo has vivido, te invito a que preguntes cómo hacerlo para que lo vivas también) y ha sido sin duda una de las experiencias que recordaremos con más emoción. Cuando estamos en esta etapa sentimos que tenemos el PODER para orar por cualquier persona, por hacer todo lo que alguna vez nos resultó imposible posible y hay un fuego ardiente en nuestro corazón. No tenemos que hacer nada para tener este poder a nuestro favor, porque era parte del pack cuando le dijimos que sí al Señor.

Si nos quedamos sólo en esta experiencia de la manifestación y expresión del poder de Dios quedaremos absolutamente capturados por su inmensidad y le hablaremos al mundo de Él con el corazón casi en la garganta, pero hay algo más.

Para direccionar y administrar de buena manera el poder de Dios necesitamos de Su PRESENCIA y esa la debemos buscar. No es gratuita. Es algo que día a día debo anhelar para poder administrar sabiamente lo que Él nos da. Es como si fuéramos millonarios, tenemos mucho dinero (poder) para invertir, pero necesitamos de un asesor financiero (presencia) para que invirtamos bien. Si no, podemos irnos a la quiebra o hacer muy malos negocios.

El poder de Dios, a través de su Espíritu Santo, va con nosotros a todo lugar, es algo gratuito para nosotros, pero la presencia es algo que yo debo buscar en intimidad y que debo anhelar en lo más profundo de mi ser, que sea un hábito, una necesidad.

Ambas, poder y presencia, son vitales para mi caminar cristiano y se retroalimentan entre sí. Cada vez que manifestemos el poder de Dios o queramos hacerlo, busquemos Su presencia en la intimidad para nunca usar Su poder por usarlo, sino que siempre sabiendo que es Su voluntad que lo hagamos. En la presencia de Dios encuentro la perfecta administración de Su poder.

¡Intentémoslo!

Autora: Poly Toro

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: