Diosidencias

Diosidencias

Escrito por Lilo de Sierra

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“Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia”.

(1 Corintios 1:28-29 RVR1960)

Estoy próxima a cumplir 12 años desde que recibí a Cristo en mi corazón y decidí congregarme en una Iglesia Cristiana, con el firme propósito de que mi vida cambiara el rumbo que hasta ese momento parecía llevarme hacia el abismo de la destrucción.

Había escuchado hablar de la Señora Esther Lucía Silva Silva, a lo lejos, había podido observar su imagen de mujer elegante, bonita, líder en todo el sentido de la palabra. Constantemente, escuchaba hablar a mis Pastores acerca de su hermoso corazón, quien con la unción del Espíritu Santo y la sabiduría de una mujer conocedora de la palabra, había sido usada como instrumento divino, para salvarle la vida a más de uno dentro y fuera de mi congregación.

Yo no podía ser la excepción, tuve la oportunidad de escucharla predicar en el evento para mujeres “Abre tus ojos”, realizado en la ciudad de Bogotá – Colombia y organizado por el Ministerio de Mujer Integral de Casa Sobre la Roca, sólo Dios sabe, lo que sentí cuando la escuché hablar, cada palabra, aún retumba en mi mente, fui ministrada de una manera sobrenatural.

Liliana Fragozo antes de Cristo, despreciada por su esposo, madre de dos pequeñas niñas, rechazada por una sociedad, en la que le es difícil a una madre cabeza de hogar, divorciada, rehacer su vida. Para muchos, es imposible que una mujer de tales características, pueda conocer el amor verdadero, o llegar a tener la autoridad moral de enseñar a otras mujeres como salir adelante o como llevar un matrimonio conforme a la palabra de Dios. Enfrenté Goliats, como constructoras y entidades financieras que me negaron la oportunidad de tener un apartamento propio para mí y mis hijas, por el simple hecho de ser una madre sola a cargo de dos niñas y con un salario que desde el punto de vista humano, no era suficiente para responder por mis obligaciones económicas de subsistencia.

Aprendí a amar a Dios con todas mis fuerzas, y gracias a Él, y a muchos ángeles que puso en mi camino, salí del fango, para comenzar a vivir la vida en abundancia que Él tenía para mí.

Anhelaba ser esposa, mi proyecto de vida, era casarme, tener hijos y disfrutar de mi familia feliz, lejos estaba yo de imaginarme que el Señor, utilizaría mi vida, para ayudar a otras personas a entender que hay esperanza cuando le confiamos a Él nuestros sueños, y que al buscarlo con un corazón dispuesto, Él va aparejando todas las áreas de nuestra vida, hasta que lleguemos a ser las mujeres dignas de honra y alabanza que Él quiere que seamos.

Lilo de Sierra, mujer nacida de nuevo. Lilo, es el sobrenombre que una persona a quien aprecio y amo profundamente me puso, José Andrés Sierra Delgadillo, hermano del hombre que Dios puso en mi camino, con la misión de hacer de mí una mujer feliz, y cumplir a mi lado, aquel anhelo de tener la familia soñada; “de Sierra”, por el apellido de mi esposo, sí, a muchos o les gusta que lo porte, pero a mí me encanta y lo llevo con orgullo, porque él es la respuesta a mi oración de tres años y medio, es muestra del amor que el Señor me tiene a mí y a mis princesas, quienes hemos podido crecer a su lado, en el conocimiento y aprendizaje de Dios a lo largo de 5 años de convivencia y un sin número de gigantes mutuos derribados.

No me creo más santa que los demás, a diario cometo errores, pero suelo aprender de ellos, y veo siempre a Cristo, como mi proveedor principal. Cuando fallo y otros me señalan, encuentro descanso desahogándome en presencia de aquel que me conoce como nadie y hace de mí una mujer decidida a marcar la diferencia.

Con mi esposo, Periodista y comunicador social hace 15 años, iniciamos hace unos meses un proyecto denominado “Conectadosconcristo.com” con el que pretendemos exaltar a Dios, unir iglesias, lograr que todos en unidad trabajemos para que la palabra de Dios sea alcanzada por el mundo entero, trascendiendo las fronteras de la derrota, para llevar las buenas nuevas de Cristo a quienes lo necesitan para tomar un nuevo aire y seguir hacia adelante con las fuerzas renovadas que sólo Él puede dar.

Hemos tenido personas que nos apoyan y detractores, pero al Igual que la Señora Esther Lucía y su esposo, tenemos la firme convicción de obedecer el llamado que Dios nos ha hecho, y cumplir cabalmente con su mandato, hasta el final de nuestros días, sin importar lo que otros digan de nosotros.

Juan Carlos y yo, no fuimos propiamente un ejemplo a seguir, ni somos un dechado de virtudes, dones y perfección, pero tenemos un corazón dispuesto a hacer las cosas a la manera de Dios, en hacer de nuestro testimonio un ejemplo de vida, en vivir con Él, por Él y para Él; si caemos, nos volveremos a levantar, si le fallamos, iremos a Él, para pedir perdón, si nos desalentamos, renovaremos nuestras fuerzas, porque lo que hay en nuestro corazón, es el fuego consumidor que Dios pone en nosotros, para que el querer y el hacer que su mano poderosa puede lograr, sea una realidad en nuestro hogar e irradie luz en medio de una sociedad que piensa en Dios, como un Dios lejano incapaz de traer vida a los huesos secos.

Reflexiono, y sus palabras, me dejan ver el propósito de Dios para mi vida. Ella divorciada, madre de 2 niñas y su segundo esposo periodista y comunicador social…Yo, divorciada, madre de 2 niñas y con mi segundo esposo periodista y comunicador Social, compartimos un anhelo común, que Cristo viva en el corazón de cada uno de ustedes, que su amor les dé la verdadera fuerza y que su fe, les permita, creer que Dios es bueno y la vida es bella, como para que la desperdiciemos acumulando tesoros aquí en la tierra que no serán llevados a la presencia del Señor, el día que Él nos llame a rendir cuentas.

Iremos hasta donde Dios nos lleve, a ésta pareja de líderes espirituales, dueños absolutos hoy de mi respeto y admiración, los llevó a forjar un Ministerio y una Congregación que ha logrado la conversión de muchos en un País en el que hablar de Dios es permitido de una manera tímida, enmarcada en el tradicionalismo y costumbrismo de sus habitantes. Desconocemos hasta donde llegaremos, pero creemos en que sus planes son más altos que los nuestros, y nos dejaremos usar por Él, porque queremos ver cumplidas las promesas recibidas, alabarlo, adorarlo y enamorarnos cada día más de Él, enfocarnos más en Él y dejar nuestro egoísmo y egocentrismo atrás, para dar paso a que Cristo en nosotros impacte a quienes nos conocen y nos van a conocer.

Dios bendiga, la vida de la Señora Esther Lucía y su esposo, doy gracias por lo aprendido con su testimonio, y hoy decido servir en libertad, sin venda o etiqueta alguna que me impida glorificar a mi Dios con lo que soy.

“Dios saca lo bueno, siempre tiene un propósito en nuestras vidas; y, por eso, todas las cosas nos vienen a bien a los cristianos”. (Extraído del libro los tesoros que Dios me dio de Esther Lucía Silva Silva).

“Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor —. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!”

(Isaías 55:8-9 NVI)

Escrito para www.destellodesugloria.org

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