Reflexión: El eco

Un Destellito En Las Manos De Dios

Destellito, en su afán de servir al Señor de la mejor manera, siempre busca experiencias que puedan ayudarle para ilustrar sus enseñanzas. En su búsqueda ha encontrado una publicación del gran evangelista Mr. Moody, y que va a ser  de mucha bendición para la diversidad de temas con las que Destellito bendice a sus lectores. Dwight Moody nació el 5 de febrero de 1837, en Northfield, Massachusetts, en los Estado Unidos. A los 17 años se mudó a Boston para trabajar con untío, allíconoció al Señor Jesus. Fue un destacado servo de Dios.

Se cuenta la historia de un muchacho que vivía en un bosque. Cierto día creyó escuchar la voz de un niño, lejos de su casa, gritó, ¡hola, hola!, y la voz le respondió, ¡hola, hola!, el niño no sabía que se trataba del eco de su propia voz, y comenzó a gritar, al supuesto otro niño, palabras groseras, recibiendo de vuelta, lo mismo. Regresó a su casa y contó a su mamá lo que había ocurrido, entendiendo de que se trataba, aconsejó a su hijo que fuera al bosque, pero que esta vez le gritara palabras bonitas y amables, para ver si le respondía de la misma manera, expresó Destellito.

El-Eco

El Eco

Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.  Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros. Romanos 12: 18; 2a de Tesalonicenses 3:16.

El lenguaje es una buena manera de predicar. Siempre, en las relaciones humanas, le corresponderá al hijo o a la hija de Dios estar del lado positivo. Las siguientes palabras de Jesús son muy claras, “en cuanto dependa de vosotros”, y generalmente siempre va a depender del creyente estar en paz. El niño gritaba palabras feas, y recibía palabras feas, o gritaba palabras bonitas, y recibía de vuelta palabras bonitas. Ser iracundo o ligero de palabras, mesurado o pacífico  estará estableciendo si la Persona de Jesús está en su corazón. Antes de entrar a reclamar o abrir la puerta para una conversación, es bueno ponderar cómo reaccionará la persona a quien le hablará. Nunca espere recibir de vuelta palabras tiernas, si usted ha enviado palabras odiosas. Tenga presente que el Señor ha establecido, que para mantener una buena relación con las personas, usted tiene, como creyente, la iniciativa.-

Por Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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