¡Solo confía! – Devocional

¡Solo confía!

A veces nos preguntamos porque las cosas no son como las planeamos, o porque nos esforzamos tanto en algo y damos lo mejor de nosotros y al final nada resulta como queríamos. Nos molestamos con todo el mundo, le reclamamos a Dios y nos enfrascamos en quejarnos y quejarnos en lugar de ponernos a pensar o analizar porque el Señor no permitió que lo que planeamos se llevara a cabo. Nuestra mente finita por mucho que se lo cuestione, no podrá comprender el mecanismo del Señor. A veces quisieras “descifrar” que es lo que Dios piensa, o que es lo que Él quiere para tu vida. La verdad es que todos quisiéramos saberlo, pero nunca, por más que queramos saberlo lograremos descubrirlo.

Durante muchos momentos en mi vida yo me lo he preguntado, y le he dicho al Señor: ¡Muéstrame que es lo que me espera!

Un día estaba muy molesta, había estado deseando que algo en lo que tanto había trabajado se llevara a cabo, y no miraba los resultados. Pasaban los días, semanas, pasaron un par de meses y nada.

Entonces hable con Dios y le pregunte: Señor, ¿Por qué no permites que suceda por lo que tanto he pedido? ¿Qué es lo que sucede?

Claramente Él me respondió y me dijo: ¿Realmente me lo has pedido? ¿Realmente te has tomado el tiempo de hablar conmigo y decirme que es lo que tu corazón desea?

¡No supe que responderle, Él estaba diciéndome la verdad! Continuó hablándome y me dijo que si recordaba el día en que decidí entregarle mi vida a ÉL, ese día yo le había dicho que tomara control absoluto sobre mi vida y mi futuro y no lo estaba dejando actuar. Me di cuenta que debía dejar que Dios tomara el control y no debía hacer las cosas por mis propias cuentas. Había estado tan ensimismada y afanada que olvidé dejar que mi Padre tomara en sus manos el anhelo de mi corazón en ese momento.

Ahora, en estos momentos estoy pasando por una situación similar, estaba deseando algo con todo mi corazón pero no le había pedido al Señor por ello. Hoy lo entendí y le pedí perdón a Dios por no haberle estado dando el lugar que se merece, le pedí perdón porque estaba siendo desobediente, mi relación con Dios se estaba viendo afectada por no hacer su voluntad y Él trató personalmente conmigo me tomó en sus brazos de amor y me dijo que debía morir al “Yo” que debía dejar que el actuara, que Él es mi padre y que jamás haría algo que al final terminará haciéndome mal.

Deja de hacer las cosas a tu manera, el tiene tu futuro en sus manos. Mengua para que Él crezca en ti, nunca olvides que Dios lo sabe todo, conoce perfectamente qué es lo que tu mereces y lo que es mejor para ti. Pon tus planes en las manos del Señor, deja de actuar por tus propias fuerzas. Confía en él, y Él hará.

Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.

Jeremías 29:11. (DHH)

Autora: Maury Lopez Clother

Escrito para www.destellodesugloria.org

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