¡La Oración de una mujer angustiada!

¡LA ORACIÓN DE UNA MUJER ANGUSTIADA!

1 SAMUEL 1: 1 – 28

INTRODUCCIÓN: Estudiaremos a la luz de este pasaje bíblico la oración de una mujer triste, afligida, acongojada, angustiada, deprimida por su problema de esterilidad y por la hostilidad de su rival hacia ella. Veamos algunas verdades y principios fundamentales e importantes que podemos aprender de la oración de Ana.

1.       ORÓ CON AMARGURA DE ALMA (Vr. 10a): muy triste (PDT), con gran angustia (NVI), llena de tristeza (otra traducción). De este medio deberíamos echar mano en nuestras aflicciones, con lo que nos servirían para sacudir nuestra apatía y nuestra rutina cuando nos dirigimos a Dios. Por ejemplo Jesús nuestro bendito Salvador oraba más intensamente estando en agonía (Lucas 22: 44), Daniel oraba tres veces al día cuando se enteró del edicto firmado por el rey Darío para ser echado en foso de los leones (Daniel 6: 10 -13), Jonás oró angustiado desde el vientre de un pez (Jonás 2: 1, 2, 7). Santiago el hermano de Jesús y autor de la epístola (carta) que lleva su nombre, recomendó la oración para los afligidos, angustiados, tristes, deprimidos, sufridos, emproblemados (Santiago 5: 13), entre otros (Salmos 18: 6; 50: 15; 81: 6; 86: 7; 102: 1, 2; 120: 1, 2)

REFLEXIÓN: No dejemos que la tristeza, aflicción, angustia, depresión se convierta en un enemigo de la oración (Mateo 26: 36 – 46; Santiago 5: 13) Este fue el problema de los discípulos mientras que Jesús oraba intensamente (Lucas 22: 44 – 45). Fueron tres tiempos de oración de Jesús en Getsemaní a pesar de su tristeza y angustia (Mateo 26: 37, 38, 42, 44; Marcos 14: 32-42).

2.       LLORÓ ABUNDANTEMENTE (Vr. 10b): no fue una oración seca, sino acompañado y mesclado con lagrimas, se  acercó a Dios con un corazón sensible, tierno: un corazón de carne. Al principio lloraba para sí misma por culpa de su rival (Penina) que la hacía llorar (vr. 6 – 8); ahora Ana está llorando delante de Dios, en su presencia mientras oraba y hablaba con Él (vr. 9, 10). Sus oraciones con lágrimas en la presencia de Dios, allí en el Tabernáculo (santuario) fueron recompensadas con el nacimiento de su hijo Samuel (vr. 19, 20, 26-28).

REFLEXIÓN: Toda lágrima que usted y yo derramemos en su presencia y delante de Él es recompensada por el mismo Dios: así también lo experimentó el rey Ezequías (2 reyes 20: 1- 7; Isaías 38: 1- 5), el salmista David  (Salmos 56: 8), María la hermana de Lázaro (Juan 11: 32, 33), hasta el mismo JesuCristo (Hebreos 5: 7) entre otros (Jueces 20: 23; Job 16: 16; Salmos 69: 19). La oración liquida conmueven al Señor y lo hace participe de nuestros sufrimientos (Juan 11: 32, 33). La oración liquida es el medio para descansar, desahogarnos y quebrantarnos delante de Dios. Un corazón quebrantado, sensible, tierno y de carne es importante para acercarnos a Dios: muchas lo hacemos con un corazón endurecido, encallecido y es por eso que a veces no sentimos nada y pensamos que nada está pasando. Los demás están quebrantándose, levantando manos, llorando en la presencia de Dios, metiéndose en el asunto, menos el de corazón de piedra. Es por eso que Dios tuvo que hablar de un trasplante espiritual de corazón; el de piedra por uno de carne (Ezequiel 11: 19, 20; 36: 26, 27). AMEN.

3.       HIZO VOTO CON DIOS (Vr. 11): Voto significaba un compromiso voluntario, un juramento que la persona se hacia con Dios, era una promesa voluntaria que se le hacia a Dios a cambio de un beneficio y que se debía cumplir. El primer voto registrado en la Biblia fue el que hizo Jacob: dar los diezmos a Dios y reventarle un lugar de culto (Génesis 28: 18 – 22). Aquí el voto solemne que hizo Ana consistía en que si Dios quitaba su aflicción dándole un hijo varón, ella lo dedicaría y lo consagraría a Jehová para siempre.

De hecho ya por nacimiento Samuel iba a ser levita, pero por el voto de su madre sería nazareo (consagrado y separado). Ana cumplió con su voto (vr. 22 – 28).

REFLEXIÓN: El voto tiene un poder incalculable: Jacob lo experimentó así (Génesis 28: 18 – 22), Jefté aunque imprudente (Jueces 11: 1 – 40), entre otros. Hay que cumplirlo de lo contrario sería contado como pecado e insensatez  (Deuteronomio 23: 21-23;  Eclesiastés 5: 2-7). ¿Qué le hemos prometido a Dios que no hemos cumplido? Hay que ponernos a paz y salvo con Él. Muchas veces para que Dios nos saque del apuro en que estamos nos apresuramos a prometerle cosas que no hemos cumplido. ¡Cuidado! (Deuteronomio 23: 21-23;  Eclesiastés 5: 2-7).

4.       ORÓ ESPECIAL Y ESPECIFICAMENTE (Vr. 11): pidió un hijo varón para dedicarlo al servicio del santuario. Así sucedió: Samuel ministraba como sacerdote, profeta y como el ultimo de los jueces (1 Samuel 2: 11, 18 – 21, 26; 3: 1, 15, 20, 21).

REFLEXIÓN: Seamos específicos con Dios en nuestras oraciones. Por qué cree usted que Jesús preguntó al ciego Bartimeo ¿qué quiere que te haga? ¿Acaso no sabía que estaba ciego y que quería recobrar su vista? (Marcos 10: 51, 52). Paull Yon Gi Choo el pastor que tiene la iglesia más grande del mundo tuvo que cambiar su oración general por una oración específica cunado le pidió  Dios tres cosas: una bicicleta, un escritorio y una silla. Recibió la respuesta divina.

5.       ORABA LARGAMENTE (Vr. 12)

No se especifica que tiempo duró Ana orando por ese hijo que deseaba tener para que se quitara su aflicción y afrenta (vr. 11), lo cierto es que la Biblia enfatiza claramente que fue una oración constante en ese momento y sin cesar hasta que tuvo convicción de la respuesta divina: “Ana oraba largo rato ante el Señor” (NVI), “no cesaba de orar a Dios” (otra traducción). Estaba pagando el precio de un milagro en su vientre, en su matriz con oración.

REFRLEXIÓN: A veces queremos ver la respuesta divina inmediata pero sin antes haber pagado el precio con oración en su presencia. Recuerde el ejemplo bíblico de la perseverancia de la viuda para que el juez le hiciera justicia (Lucas18: 1-8), el concejo paulino: orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5: 17).

6.       HABLABA, ORABA EN SU CORAZÓN (Vr. 13)

Significa que oraba en voz baja (NVI), oraba mentalmente (DHH), tan quedadamente que nadie la oyó; solo se movían sus labios y su voz no se oía: sabía que Dios conoce el corazón y que nuestros pensamientos son palabras para Él. Lo importante es que lo hizo de corazón (de lo más profundo de su ser): no fue una oración aprendida, memorizada, repetida, intelectual.

REFLEXIÓN: No pensemos que por nuestro palabrerío y vanas repeticiones seremos escuchados, oídos como lo advirtió Jesús (Mateo 6: 7): es la oración sincera, verdadera y la que sale de lo más profundo de nuestro corazón, alma.

7.       DERRAMÓ SU ALMA DELANTE DE JEHOVÁ (Vr. 15).

Quiere decir que Ana estaba desahogando su pena delante del Señor (DHH), estaba contando sus problemas a Dios (PDT), había venido a desahogarse delante del Señor (NVI). También significa abrirle totalmente el corazón a Dios y hablarle a ÉL con toda confianza. Esto fue lo que hizo Ana cundo recurrió a Dios y a la oración: al principio había hablado, dialogado, conversado con su esposo Elcana que le sirvió de consuelo (vr. 6 – 9); sin embargo, tuvo que acercarse a Dios y recurrir a la oración para desahogarse totalmente en su presencia.

REFLEXIÓN: Que mejor medicamento, ejercicio y terapia espiritual para desahogarnos, tranquilizarnos, descansar totalmente que la oración y hablar con Dios, nuestro amigo  fiel y confidente ideal, que nos entiende cuando estamos triste, angustiado, afligidos, acongojados por los problemas que en la vida se presentan.  Todos lo que hemos experimentado esto sabemos a que estamos refiriéndonos (Santiago 5: 13). Hasta el Salmista David lo experimentó así: “Esperad en Él todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de Él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio” (Salmos 62: 8).

CONCLUSIÓN: Que nuestra voluntad y el deseo de orar pueda más que nuestro estado de ánimo. Recuerde las palabras del gran maestro: “el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26: 41; Marcos 14: 38). ¡Que mi voluntad para orar sea más fuerte que la tristeza, angustia, congoja, aflicción, depresión, desaliento. Por otro lado cuan importante sería que tuviéramos en cuenta todas estas pautas, principios y verdades aprendidas en la oración de Ana y aplicables hoy a nosotros para orar eficaz, ferverosa, poderosa y efectivamente.

Autor: PrediCantor Garys Leandro

Preparado especial y originalmente para: www.destellodesugloria.org

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