ÉL SIEMPRE ESTARÁ ESCUCHANDO
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye, y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos la peticiones que le hayamos hecho.”
INTRODUCCIÓN
Que no te sorprenda pero a muchos les ha pasado alguna vez, que han estado en oración y de repente se les ha venido la idea que Dios no los está escuchando. ¿Te ha sucedido?
Normalmente pasa porque realmente poco sabemos de cómo actuar, que debemos de hacer. Muchas veces oramos sin saber orar y repetimos las mismas palabras, luego esperamos con una cierta duda, inseguridad a que estas sean contestadas.
Hoy trataremos de resolver este dilema para que la próxima vez podemos estar seguros que Dios nos está escuchando.
DESARROLLO
I.- La Oración debe ser hecha con Fe
La fe involucra no estar afanosos, preocupados, para esto debemos tener siempre una actitud de acción de gracias y alabanza.
Filipenses 4:6
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.”.
La acción de no preocuparse, las gracias y la alabanza es parte integral de la oración.
Dios en su Palabra nos dice claramente que:
Hebreos 11:6
“En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”
La única manera en que Satanás puede detenerlo a usted y a su fe es con incredulidad. El diablo no tiene poder para detener a Dios. La única forma en que él puede tener éxito es logrando que usted se rinda ante la presión.
II.- La Oración debe ser hecha sabiendo que hay un propósito de Dios.
Al creer a Dios es creer que todo lo que me pasa tiene propósito de Dios para mi vida, tanto una como la otra cosa. Desde esa perspectiva todas las cosas ayudan para bien.
Romanos 8:28
“… que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.”
III. La Oración no debe tener tono de orden y/o queja.
Cuando oramos muchas veces lo hacemos exigiendo ver el resultado. ¿Cuál es entonces la imagen de Dios presente en este modo de orar: Dios como medio para que resuelva nuestras peticiones o Dios como el Padre de Nuestro Señor Jesucristo?
IV.- La oración verdadera es la que dice: “Hágase tu voluntad”
Mateo 6:10
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.”
La oración verdadera debe someterse a la voluntad de Dios y solo ese tipo de oraciones es la que él va a escuchar.
El apóstol Juan dice que si usted ora así, puede estar seguro de que recibirá las peticiones que le haya hecho a Dios.
1 Juan 5:14-15
“Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.”
Veamos a hora ¿Cómo preparar una oración sólida que esté de acuerdo a la Voluntad de Dios.
A.- Lo primero que debe hacer es escudriñar la Palabra de Dios. Busque pasajes bíblicos que se aplican a su situación y úselos como la base de su petición.
Ejemplo: Si tenemos a un familiar en malos caminos, podremos tomar el siguiente versículo:
Lucas 19:10
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
B.- Luego arrodíllese y pregunte al Espíritu Santo. Deje que le ayude a desarrollar su petición en forma detallada. La mejor manera de hacer eso es pasar tiempo orando en otras lenguas.
Romanos 8:26
“De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos ora r como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.”
CONCLUSION
Muchas veces no recibimos, no porque Dios no nos quiere bendecir, sino porque nosotros cerramos los canales por los que Dios nos quiere bendecir.
Espere que Dios le muestre cosas “de corazón a corazón”. El quiere que usted conozca su voluntad. Por lo tanto, ponga atención cuando esté orando.
Tómese el tiempo necesario. Deje que el Espíritu desarrolle su oración. Trate de asimilar la verdad que le está mostrando y espere a que actúe en usted. Afirme la petición en su mente y cuando esté preparado, preséntesela a Dios.
Es verdad, Él estará escuchando.
Autor: Ps. José Antonio Aparicio R.
Escrito para www.destellodesugloria.org