¡No estés encorvada!

¡NO ESTÉS ENCORVADA!

Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.

Lucas 13: 10 -12

Esto es lo que Jesús hizo con esta mujer y con todos nosotras una vez que lo recibimos en nuestro corazón, El nos liberta, nos cambia, nos llena, nos da felicidad, perdón, salvación y nos ¡endereza!

Cuando en el mundo nos agobian los problemas, las enfermedades, las tristezas, las decepciones amorosas, la vida desordenada, cuando no nos valoramos como mujer y por la situación ya nada nos importa y vivimos cegadas por los malos sentimientos, por los errores cometidos y por el pecado, porque ahí es donde se refleja una mujer vieja.

Debemos tener mucho cuidado con estas pruebas, que cuando algo nos quiera desanimar, porque no debemos abrir puertas al enemigo, ni volver a ver atrás, aunque fracasemos, Dios nos lleva de su mano, el problema es cuando nosotras mismas lo soltamos y le tomamos más importancia al problema que a Dios que es más grande que cualquier aflicción.

Si optamos por eso, corremos el riesgo de encorvarnos nuevamente, poco a poco, nos empieza a robar la paz, empieza a borrarse la sonrisa de nuestro rostro y el gozo de nuestras vidas.

Pero Dios quiere que vivamos siempre con la cabeza erguida, con nuestra mirada en el cielo, porque nuestro socorro viene de Él, que nos aferremos a su palabra y no a la situación, no a esa circunstancia que nos quiera desviar la fe, el amor hacia Dios y nuestra confianza.

Si le fallamos, si pecamos, el es fuel y ve nuestro arrepentimiento genuino y lo olvida, lo desecha al fondo del mar, por eso si le fallas, no te desanimes, que eso no se motivo de volver atrás, a tu antigua vida, ¡VALORA LO QUE EL HIZO POR TI EN LA CRUZ! Porque el pago ahí por todas tus rebeliones, así que no permitas volver a encorvarte, NO VUELVAS ATRÁS por ninguna razón, no camines por lo que estés viendo, sino por su promesa.

Eres digna, valórate, no eches a perder todo lo que El a hecho por ti y te a levantado, por un problema, por un hombre, porque Jesús te levanta y te restaura las veces que sea necesario si tú te dispones y no te apartes de Él.

Sea cual sea la situación, camina por fe, no agaches tu cabeza, sino levántala! Porque Jesús Hoy te dice ERES LIBRE DE TU ENFERMEDAD, DE TU ATADURA, DE TU PROBLEMA, DE TU DESAMOR, DE TU AFLICCION, EL HOY TE DICE ERES LIBRE POR MI SANGRE! NO LO OLVIDES NUNCA! YA NO ESTES ENCORVADA Y NO PERMITAS ENCORVARTE.

Autora: Kari Gazo

Escrito para www.destellodesugloria.org

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