¡Madres que salvan a sus hijos del acreedor!

¡MADRES QUE SALVAN A SUS HIJOS DEL ACREEDOR!

Basado en 2 REYES 4: 1 – 7

INTRODUCCIÓN: A continuación estudiaremos este tema usando como ejemplo bíblico el caso de una mujer, madre que logró salvar a sus hijos del acreedor en la época del profeta Eliseo. ¿Cómo hizo? Y siguiendo ese ejemplo ¿cómo lo podemos hacer hoy? Veamos los hechos.

1. LA SITUACIÓN: Analicemos en primer lugar la situaciónde esta mujer.

A. SE HABÍA CASADO (Vr. 1)

  • Su esposo hizo parte de la comunidad de los profetas: el historiador judío Josefo lo identifica con un profeta llamado Abdías y la tradición Rabínica con el Abdías en la época del rey Acab (Siervo de Jehová): esta mujer se casó con un siervo de Dios (1 Reyes 18: 3, 4).
  • Su esposo era temeroso de Jehová: fiel al Señor (NVI), honraba al Señor (DHH). Como también era bien conocido por el profeta Eliseo (siervo), tenía reputación de hombre piadoso, uno de los siete mil que no había doblado sus rodillas ante Baal (1 Reyes 19: 18).
  • HABÍA ENVIUDADO (Vr. 1)

  • Era una viuda pobre que no tenía para cancelar la deuda del acreedor: por eso acudió al profeta Eliseo (vs. 1,2). No tenía ninguna cosa en casa salvo una vasija de aceite (vr. 2): el mejor, el más costoso, usado como combustible, medicinal y para cocinar (de oliva), símbolo del Espíritu Santo. ¡Que haga falta lo material; menos el Espíritu Santo: consuela, guía, enseña, convence.
  • Quedó al frente del hogar haciendo el papel de mamá y papá al mismo tiempo: función que llevó a cabo con voluntad y la ayuda divina. Crio a sus hijos y los educó. ¡Mujer usted también puede hacerlo con el respaldo del Espíritu Santo!
  • Las viudas contaban con el cuidado y promesas divinas (Salmos 68: 5; 146: 9; Proverbios 15: 25; Isaías 54: 4), se ordenó protegerlas y velar por ellas (Isaías 1: 17; Zacarías 7: 10; Mateo 23: 14; Hechos 6: 1; 1 Timoteo 5: 3-15; Santiago 1: 27). También eran sinónimo de tristeza, amargura, dolor, desamparo y soledad (Isaías 4: 1, 54: 4), eran comunes en los tiempos bíblicos (Lucas 4: 25). En el Nuevo Testamento se describen algunas características que debían llenar las viudas para ser atendidas y ayudadas (1 Timoteo 5: 3-15).
  • ESTABA APUNTO DE PERDER A SUS HIJOS (Vr. 1)
  • Por la deuda que su esposo había adquirido en vida: no fue una deuda por prodigalidad, ni por vida disipada e imprudente sino por generosidad; si se trataba del Abdías generoso: alimentó a cien profetas de Dios con agua y pan, en la época del rey Acab (1 Reyes 18: 3, 4).
  • Las deuda no canceladas se cobraban de tres maneras: con las propiedades, venderse asimismo como esclavo y con la familia especialmente los hijos también como esclavos (Éxodo 21: 7; Levítico 25: 39, 47; Nehemías 5: 5; Mateo 18: 25, 26).
  • El acreedor venía a llevarse a los hijos de la viuda como esclavos: la ley al principio lo permitió así, aunque después se abusó mucho de esta práctica, a pesar del límite de tiempo (Seis o siete años).
  • Sus hijos eran el único sustento de su viudez: ahora está apunto de perderlos y ellos a punto de ser convertidos esclavos del acreedor (hb. Nashá): prestamista (DHH), el dueño del dinero (PDT), el hombre con quien estaban endeudados (NVI). ¿Era justo para estos muchachos?

REFLEXIÓN: ¿Es justo que nuestros hijos paguen y sufran las consecuencias de nuestras equivocaciones, errores, faltas y pecados? ¿Qué ellos sufran por culpa nuestra? ¡Por eso antes de actuar y tomar ciertas decisiones pensemos muy bien en lo que vamos hacer para que más adelante los hijos no salgan perjudicados y paguen las consecuencias! (Ruth 1: 1-5; 1 Samuel. 31: 1-43)

¿En quién se fijó el acreedor? ¿Por qué? ¿Qué motivos tenía? ¿Qué puertas y ventanas le abrieron? ¿Quiénes le abrieron las puertas y le dieron esos motivos? Si hubiesen cancelado la deuda ¿el acreedor seguiría acechando a estos muchachos? ¡No más motivos ni puertas abiertas al acreedor! A partir de hoy le cerraremos las puertas, ventanas, portillos y cualquier hendija que le hallamos abierto al acreedor para que no siga visitando nuestra familia y acechando a nuestros hijos.

2. LA SOLUCIÓN: Analicemos lo que esta mujer hizo a tiempo para salvar a sus hijos del acreedor.

A. BUSCÓ ASESORIA, AYUDA Y DIRECCIÓN ESPIRITUAL (Vr. 1 – 4)

Clamó (hb. Tssác): dar un grito desesperado, dar voces, implorar, quejarse (DHH), hablar, compartir, contar, preguntar, consultar, suplicar acercarse (PDT), suplicar (otra traducción).

  • Fue, acudió, se dirigió, visitó al profeta Eliseo (vr. 1): habló con él, lo enteró de la situación, le contó todo sin omitir ningún detalle: en la consejería hay que contarlo todo; si quiere que se le ayude con su caso, situación, problema, conflicto.
  • Ella tomó la iniciativa sin complejos, sin prejuicios y sin temores (vr. 1): en los tiempos bíblicos se acercaban al Sacerdote, Juez, líder, rey y al Profeta como en este caso en busca de dirección y consejería espiritual. Recuerde los profetas representaban a Dios en la tierra, tenían la autoridad espiritual, era el intermediario entre Dios y su pueblo y actuaba como vocero de Dios ante el pueblo y lo representaba ante Dios. ¡Tome la iniciativa y busque la ayuda, consejería, asesoría espiritual que necesitas!
  • El profeta Eliseo la escuchó detenidamente (vr. 2): estuvo dispuesto a oírla atentamente: un buen concejero sabe escuchar. La instruyó, la aconsejó, le indicó todo lo que tenía que hacer y se compromete hacer algo por ella y por sus hijos (vr. 2 – 4).
  • Ella obedeció al pie de la letra las indicaciones del profeta : la respuesta y la solución fue inmediata (vr. 5 – 7)

REFLEXIÓN: Una asesoría, consejería oportuna y a tiempo, con sinceridad, con la verdad, con sabiduría, temor de Dios y fundamento bíblico puede ser la solución. Es cierto que hay situaciones, casos, asuntos que uno puede manejar, sobrellevar y solucionar; pero también es cierto que hay situaciones que se nos salen de las manos, que se han complicado, agravado y cuestan resolverlas: no dudemos en buscar la asesoría, consejería y ayuda espiritual que necesitamos y quienes más indicados que nuestros pastores, los concejeros de la iglesia. Aun la ayuda profesional (sobre todo cristiana) si el caso lo amerita. No dejemos que los prejuicios, complejos, los temores, la pena nos impidan buscar, obtener la dirección y la asesoría que necesitamos a tiempo, que pueda solucionar nuestro caso familiar, espiritual, sentimental, ministerial u de otra índole. Recuerde el poder de la consejería espiritual (Proverbios 1: 5: 4: 13; 11: 14; 12: 15; 15: 22; 19: 20; 2: 20; 20: 5; 27: 9)

B. ACTUÓ Y SE PUSO EN MOVIMIENTO EN FE Y OBEDIENCIA(Vr. 3 – 5)

  • Ya había buscado dirección y asesoría espiritual donde el profeta Eliseo ( vr. 1)
  • Ya había recibido orientación, ayuda y concejo por parte del profeta; quien le indicó todo lo que tenía que hacer (vr. 2 – 4)
  • Ya había sido tal vez ministrada: la oró, le compartió una palabra de fe y aliento, le impuso las manos. (Así lo hubiéramos hecho si este caso hubiese sucedido hoy).
  • Ya era hora de actuar y ponerse en movimiento en fe y en obediencia: hacer lo que el profeta le mandó y así lo hizo (vr. 5-7)

REFLEXIÓN: Debemos actuar, ponernos en movimiento si queremos ver los resultados, la respuesta, la solución que se presenta en la casa, en el hogar, en el matrimonio, en la familia, con los hijos y de otras índoles. No nos quedemos solo con lo primero: la consejería, la palabra, la oración, el ayuno, la información: hay que actuar y ponernos en movimiento antes que sea tarde y se empeoren las cosas (Génesis 14: 11 – 16; Éxodo 14: 15; 1 Samuel 2: 12 – 17, 22 – 36; 25: 14 – 36). Recuerde que la fe más que teoría es acción (Génesis 12: 1 – 9; Hebreos 11: 1) y la fe sin obras es muerta” (Santiago 2: 17).

C. SE METIÓ EN EL SECRETO CON SUS HIJOS EN LA CASA (vr. 4, 5)

  • Ya había estado en la casa del profeta (vr. 1, 2): recibió ministración, palabra, consejería, dirección; ahora debía estar en el secreto en su casa con sus hijos (vr. 4, 5).
  • Para conseguir las vasijas acudió a sus vecinos (vr. 3): sin embargo en el secreto; sólo ella y sus hijos (vr. 4, 5)

REFLEXIÓN: Es cierto que en la casa de Dios (Iglesia) somos ministrados, recibimos palabra de bendición, oramos, alabamos a Dios y tenemos koinonia (comunión) con nuestros hermanos en la fe, igualmente nuestros hijos reciben educación y formación cristiana (esta es la importancia de llevarlos a la iglesia). Sin embargo, la formación cristiana debe empezar en la casa y el refuerzo es en la iglesia. Como Padres tenemos el compromiso , la responsabilidad, el deber y la tarea con Dios, la iglesia y con nosotros mismos de instruirlos y encaminarlos en lo espiritual, lo ministerial y lo divino empezando en casa: los hijos no tienen que esperar llegar a la iglesia (aunque hay que ir) para leer la Biblia, orar; en la casa ya la leen y oran. Somos los padres los que debemos tomar la iniciativa en casa y diariamente (1 Samuel 1: 3 – 5, 21; Proverbios 22: 6; Job.1: 2, 4, 5; Efesios 6: 4): no tengo que esperar que mis hijos me inviten a la iglesia, a orar, a leer la Biblia; soy yo como padre y sacerdote de la familia quien tomo la iniciativa (padres cristianos). Lo que en casa le enseñamos y les instruimos en la iglesia también se verá reflejado. ¡Vamos a meterlos en el secreto con Dios y empezamos en la casa!

D. INVULUCRÓ A SUS HIJOS EN EL OFICIO Y EN EL TRABAJO QUE HABÍA QUE HACER EN EL MOMENTO EN LA CASA (Vr. 5, 6)

  • Ella no lo hizo todo sola: metió a sus hijos en el asunto y en el trabajo que se debía hacer en casa, delegando funciones y tareas a sus hijos: por lo menos buscaban vasijas (vr. 6).
  • Ellos no dejaron todo el trabajo sola a la mamá (vr. 6): también aportaron su granito de arena, se esforzaron, colaboraron, hicieron algo, no se quedaron cruzados de brazos. Ellos sabían perfectamente que estaban en peligro y que en cualquier momento el acreedor venía por ellos a llevárselos como esclavos y se pusieron las pilas.

REFLEXIÓN: Padres se hace necesario delegar tareas y funciones a nuestros hijos en la casa, ocuparlos y ponerlos hacer algo en casa. No es justo que mientras mamá se ocupa de todo y en todo en los quehaceres del hogar, nuestros hijos se la pasan pegado al televisor, al internet, al teléfono, al celular, saliendo y entrando, empaquetados, olorosos, cruzados de piernas en la terraza, donde los vecinos, con el novio para arriba y para abajo, en la calle. “Muchas veces somos nosotros los padres los que enflojecemos a los hijos”, por que no los involucramos en los oficios de la casa. Cuando ese muchacho le tocó salir del hogar por motivos de estudios universitarios, visita a familiares; no va a saber hacer nada ¿y de quién van a hablar?

Hijos ustedes también son parte de la solución a los problemas que se presentan en la familia, su aporte es especial para el bienestar del hogar y de ustedes mismos. ¡Manos a la obra! Recuerde que los judíos no sólo enseñaban las escrituras a sus hijos y los instruían en el culto; también les enseñaban un arte.

E. PAGÓ A LOS ACREEDORES (Vr. 7)

  • El acreedor ya no tenía más motivos para seguir visitando esta casa y acechando a estos muchachos.
  • Los hijos de la viuda se salvaron de ser llevados como esclavos (siervos) por el acreedor.
  • Inmediatamente se cerró la puerta que le habían abierto al acreedor.

REFLEXIÓN: Lo malo no es hacernos deuda; sino no pagar, no cancelar. ¡Apagar se dijo! ¡Pague lo que debe! (Salmos 37: 24; Romanos 13: 7; 8; Filemón 18).

  1. F. NO LE SOLTÓ LOS HIJOS AL ACREEDOR.
  • Mejor prefirió hablar con el profeta para ser asesorada (vr. 1).
  • Mejor prefirió pedir vasijas prestadas a los vecinos (vr. 3)
  • Mejor prefirió salir a vender el aceite (vr. 7): todo por salvar a sus hijos del acreedor. ¿Qué no hacemos nosotros los padres por el bienestar de los hijos?

REFLEXIÓN: No soltemos a nuestros hijos y mucho menos al acreedor por muy difícil que sea la situación en el hogar, en la familia (Génesis 21: 15 -18).

CONCLUSIÓN: Después de haber escuchado esta palabra, nos damos cuenta como esta mujer viuda pudo y logró salvar a sus hijos del acreedor, sacarlos adelante, educarlos, criarlos, encaminarlos en la verdad. ¡Mujer usted también puede lograrlo con la ayuda del Espíritu Santo! ¿Cuál es el acreedor de hoy que está acechando a tus hijos? ¡Si es posible salvar a nuestros hijos del acreedor! ¡MANOS A LA OBRA!

Autor: PrediCantor Garys Leandro

Preparado especial y originalmente para: www.destellodesugloria.org

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