Reflexión: Locos

Un Destellito en las manos de Dios

locosEn los Estados Unidos, declara Destellito, específicamente cerca de la ciudad de Beloxi, un huracán poderoso amenazaba con grandes vientos, y los residentes habían tomado sus precauciones, dijo Destellito.

En la carretera hacia dicha ciudad y en medio de una lluvia torrencial, un hombre sin vestir la parte superior de su cuerpo, enarbolaba su camisa saltando y gritando de un lado a otro en medio de los vehículos.

Algunos choferes creyeron que era un loco o demente y pasaron de largo, mientras que otros, descendieron enfurecidos para encararlo. Al llegar a él, “el loco” les dijo que más adelante, a causa de los poderosos vientos y la fuerte lluvia, el puente se había caído. Su acción consiguió librar a muchos de una muerte segura, mientras que otros, por considerarlo un loco, la perdieron. Destellito, suspirando hondo, tomó la Sagrada Escritura, y leyó:

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.1a de Corintios 1:18.

Locos 

Hay locos lindos en el mundo. El hombre de la carretera estaba haciendo todos los esfuerzos posibles para salvar a los que más pudiera, y arriesgando su propia vida, pero estaba decidido que mientras de él dependiera, la advertencia llegaría a los automovilistas. Dice la Biblia que el Evangelio “es locura para los que se pierden”, como fue la opinión de los choferes que pasaron de largo. Los hijos y las hijas de Dios Creador, deben pararse en la carretera, en el camino que de seguro está llevando a la gente a una perdición cierta, y si es necesario, haciendo el loco, con el torso desnudo, saltar de allá para acá, agitar la camisa a diestra y a siniestra, advirtiendo que si siguen en ese camino, van a morir. Habrá personas que al oír la palabra del Evangelio, harán gestos que te indicarán, según ellos, que estás loco de remate, y habrá otros que te escucharán hablar y al creer, ganarán la vida eterna, expresó finalmente Destellito.-

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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