Destellito: La Ciudad Nueva

Un Destellito en las manos de Dios

Destellito, revisando algunos artículos de interés, leyó uno que le llamó poderosamente la atención, tanto que decidió compartirlo con sus lectores.

Resulta que el Emirato del Golfo de Dubai, dispuso de mil millones de dólares para construir una ciudad muy particular, incluirá un hotel lujoso de trescientas habitaciones, tiendas, una serie de edificios comerciales, del más alto nivel. Planean, sus inversionistas, inaugurarla durante el año 2014.

La Ciudad Nueva

El ser humano, comenzó a contar Destellito, siempre ha amado la opulencia, de manera especial, motivada por los que tienen muchísimo dinero para gastar. Y en los sectores ricos del mundo la mayoría se esfuerza por tener lo más valioso, o lo que a su parecer es más hermoso. Y eso le sirve de jactancia.

La ciudad que se está construyendo en el Emirato de Dubai, se llamará “Ciudad Nueva del Amor”, y los promotores del proyecto dicen que esperan que se convierta en un destino de bodas. Terminado su relato, Destellito, tomó su Biblia que estaba sobre el escritorio, y leyó:

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y me llevó en Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Apocalipsis 21:2,10,11.

La fidelidad de Dios ha llenado de esperanza a los que en Él han creído. Resulta imposible imaginar los detalles de la ciudad, que el Señor ha preparado para los creyentes. De seguro, la Ciudad Nueva del Amor, del Emirato de Dubai, será esplendida, sin embargo, de su grandeza sólo disfrutarán los que puedan pagar.

La majestad y superioridad de la ciudad, que el Señor ha preparado para los hijos y las hijas de Dios, el apóstol Juan no pudo encontrar otra definición que la definiera mejor que ésta: teniendo la gloria de Dios. ¿El costo para estar allí?, creer, tan sólo creer en Cristo, el Hijo de Dios, concluyó Destellito.-

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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