Un Destellito en las manos de Dios.-
Dios Creador, puso éste planeta a disposición del ser humano con todo lo que tiene. El hombre ha recibido de Él plena autoridad para usufructuar de lo creado. Sin embargo, da la impresión que no se ha entendido el verdadero propósito del Señor al poner al hombre sobre las obras de sus manos, ese propósito es para que haga una buena administración.
¿Cómo salvarse del fuego?
Destellito, leyó en el diario que en un país latinoamericano, hubo un gigantesco incendio forestal, que cobró la vida de siete brigadistas voluntarios. Un experto en la materia dijo que una de las formas para evitar morir en un incendio de ese tipo, si no hay posibilidades de evacuación, o de salida por los propios medios, es hacer un hoyo en el suelo, y cubrirse, con la intención que el fuego pase por encima, y así salvar la vida.
La cabeza de Destellito, comenzó a brillar más de la cuenta, y cuando eso sucede es porque está pensando, y algo quiere decirnos.
Dice la Biblia en Marcos 9:43, “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado…”, expresó Destellito.
Generalmente a los creyentes no les agrada hablar, enseñar, o predicar del infierno, sin embargo Jesús siempre lo tuvo en su lenguaje, por una simple razón, es real, tal real como usted que está leyendo ésta enseñanza. Tenga en cuenta, continuó Destellito, que pueden dar un universo de explicaciones a lo que es el infierno, sin embargo, lo que realmente es verdadero, es lo que salió de la boca del Señor Jesús, y Él es la Verdad. ¿Por qué se habrá de creer en el cielo con todo lo bonito que posee, y no creer en el infierno con todo lo malo que tiene, si ambos, tanto cielo como infierno, como realidad, salen de la misma boca?.
Los brigadistas que luchan contra el fuego saben que tarde o temprano, aún con pérdidas de vida, el fuego se apagará. La Biblia nos enseña que hay un fuego que ningún brigadista puede apagar, y hay una sola cosa, solo una, que puede liberar al hombre de ir a ese fuego, es ponerse al amparo de la preciosa Sangre derramada por Cristo Jesús en el Gólgota. El fuego se apaga con agua. Del cuerpo de Jesús, cuando fue atravesado por la lanza del soldado romano, salió sangre y agua, Juan 19:34, la sangre, que limpia de los pecados, y el agua, que apaga definitivamente el fuego del infierno, para aquellos que le han recibido como único y suficiente Salvador personal, finalizó diciendo Destellito.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Preparado para: www.destellodesugloria.org