Permanentemente expectantes

Permanentemente expectantes

Las personas que son más cercanas a mí, se ríen porque dicen que soy de aquellas mujeres que funciona sobre la base de resultados, metas y planes. No es mentira. Soy así. Me encanta tener proyectos y estos pueden ser desde cambiar el color de mis uñas, hasta organizar una actividad novedosa para la Iglesia. Sea lo que sea, me encanta tener un plan, diseñarlo y ejecutarlo. Cuando lo veo completo me gozo al saber que se consiguió. Sin embargo, creo que lo que más me gusta es el hecho de mantenerme expectante a lo que va a ocurrir.

No soy la primera ni la única. Muchos hombres a lo largo de las Escrituras expresaron esta característica: esperar la llegada de un hijo, pararse frente al mar Rojo, ver caer maná del cielo, estar colgado de una cruz…todos ellos se mantuvieron EXPECTANTES ante lo que Dios iba a hacer, aún cuando pareciese que no estuviera haciendo nada.

En varias ocasiones podemos sentir que no está pasando nada en nuestra vida, que es como que el tiempo se detuvo y estamos exactamente igual que el día anterior, pero ¿sabes qué?, no ha sido Dios el que ha cambiado o nos ha olvidado, es que hemos dejado de estar EXPECTANTES a lo que Él va a hacer.

Si te gustan los desafíos como a mí, me entenderás lo mucho que se disfruta el camino a la meta. Es como organizar un cumpleaños en donde debes escoger la decoración, las cosas para comer, la torta, las velas, los regalos, las sorpresas para los invitados… ¡de sólo escribirlo ya me entusiasmé! Mientras esperas que ellos lleguen piensas en cómo será todo y cómo lo irán a pasar, etcétera. Realmente tienes tantos deseos de que las cosas resulten que piensas en ellas y eso alimenta tus ganas. Esto mismo debe ocurrir con tus sueños.

Muchas veces se ha dicho que los soñadores somos unos locos, que somos poco realistas y que necesitamos poner nuestros pies en la tierra. Está bien, puede ser que humanamente no podamos hacerlo, pero tenemos a DIOS de nuestra parte, y no hay otro más soñador que Él. Estoy segura que Él mientras creaba el mundo, pensaba con tanta pasión en cada detalle que se iba entusiasmando cada vez más, Él sin duda estaba MUY expectante a lo que iba a pasar en el huerto del Edén, y pese a que tú y yo sabemos lo que ocurrió ¡ÉL NUNCA HA DEJADO DE ESTAR EXPECTANTE A LO QUE NOSOTROS VAYAMOS A HACER O DECIDIR!

Si realmente quieres cumplir tus sueños, debes aprender a estar PERMANENTEMENTE EXPECTANTE.

Autora: Poly Toro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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