Un Destellito en las manos de Dios
Destellito Turista Visita Argentina
Argentina es un hermoso país, su capital es Buenos Aires, la moneda oficial es el peso argentino, y es un Estado soberano, organizado como República representativa y federal.
Argentina limita al Norte con Bolivia y Paraguay; al Sur limita con el Océano Atlántico y Chile; al Este limita con Brasil, Uruguay, el Río de la Plata y el Océano Atlántico, y al Oeste limita con Chile.
Llamó la atención a Destellito, entre tantas otras bellezas de Argentina, el Cerro de los Siete Colores.
Este atractivo turístico se encuentra en la provincia argentina de Jujuy, y las laderas de éste cerro, vecino al pueblo de Purmamarca, muestra en líneas horizontales, fileteados de distintos colores vivos, capaces de reproducir la existencia de un arco iris sólido e inmutable, una maravillosa expresión de la creación de Dios.
Destellito, aprovecha la ocasión para comentar lo siguiente:
Argentina, tiene a grandes hombres que dejaron una huella indeleble, tal es el caso del médico Luis Agote, quien nació en Buenos Aires, el 22 de septiembre de 1868. Después de una larga investigación y experimentación en su campo, logró evitar la coagulación de la sangre en un recipiente, situación que impedía las transfusiones masivas. El logro lo efectuó ante varios testigos, entre ellos médicos, investigadores, y personal del Hospital Rawson, en noviembre de 1914. Un empleado del Hospital donó 300 cc de su sangre, y que fue aplicada a una parturienta que a los tres días fue dada de alta.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Efesios 2:13
El logro del médico Luis Agote, transciende el tiempo, si bien en su época salvó millones de vidas, lo sigue haciendo hoy, de tal manera que cuando una persona requiere sangre, se le entrega sin problemas porque es conservada por cantidades en receptáculos adecuados por tiempo indefinido. Muchas personas murieron al estar impedidas de recibir la sangre que salvaría sus vidas.
A causa de los pecados, el género humano moría irremisiblemente, sin ninguna oportunidad de salvación, estaba lejos de Dios. Sin embargo, amó tanto Dios al mundo, que la preciosa sangre derramada fue el medio para restaurar la comunión entre los hombres y Dios Creador, Jesús ocupó el lugar de cada uno en la cruz, para que tenga vida, y vida eterna, dijo Destellito.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org