La mujer de sus sueños parte 3b:
La apariencia personal no es importante
Escrito por Lilo de Sierra
“No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre”.
(Filipenses 4:11 NVI)
Según Sharon Jaynes, son cinco (5) las necesidades básicas que como esposas debemos satisfacer en nuestros esposos: Satisfacción sexual, compañerismo, una pareja atractiva, apoyo doméstico y admiración.
Si no estamos dispuestas a ceder en las áreas mencionadas; estamos en problemas avanzando a pasos agigantados hacia el divorcio o empujando a nuestro esposo a una posible infidelidad. Nuestra falta de atención, es una oportunidad que satanás aprovechará al máximo para destruir nuestro matrimonio; lo que dejemos de hacer, seguramente lo hará una desprevenida e incondicional amiga o su atenta secretaria, a través de su profunda admiración por su profesionalismo, animándolo constantemente con palabras de afirmación.
Que ellos no hagan lo que nosotras queremos que hagan, no significa que no intenten proveer amor a nuestro corazón. No son clones para que piensen y actúen igual que lo haríamos nosotras; Dios los creó tal y como son y por eso, si lo que hacen no nos gusta, nuestras quejas deben ser elevadas al cielo y no directamente a él.
La mujer de sus sueños; muestra contentamiento sin importar su situación financiera, es agradecida por la manera en la que arduamente trabaja para que a su familia nunca le falte nada y se lo hace saber continuamente de mil y una formas posibles, para que él se sienta valorado y respetado.
Un hombre desea que su mujer se vea atractiva. Las mujeres amamos la lealtad, la caballerosidad, los detalles, la sensibilidad y buen sentido del humor de un hombre; ellos por el contrario, son más visuales y por ende, van a querer ver en nosotras mujeres cuidadosas de su imagen personal. No necesariamente tenemos que parecer reinas de belleza para que nos amen, pero si es importante cuidar nuestro peso, el peinado y el vestuario que usamos, de tal manera que puedan sentirse orgullosos cuando nos llevan de su mano.
Cuando decidimos que nuestra apariencia no es importante, les estamos dando a entender a nuestros esposos, que no nos importa lo que piensan. Es necesario que tomemos decisiones de inmediato, busquemos una rutina de ejercicios que nos sea cómoda y traiga excelentes resultados, comencemos a usar nuestro cabello como a él le agrada y vestirnos de una manera apropiada que resalte nuestra silueta de manera positiva.
Pedirles su opinión respecto a lo que les gusta, no es pecado. La autora del libro nos exhorta a comprender que nuestros esposos se casaron con cada una de nosotras, pensando en que no cambiaríamos jamás y en ese orden de ideas, regresar al punto de inicio nos ayudará a visualizar, cómo es la mujer de sus sueños.
Toma la foto de tu matrimonio y sabrás qué tipo de mujer es la que le gusta, revisa como era tu actitud en ese entonces y confróntala con la que asumes hoy y podrás ver con los ojos de Dios tus fallas, para así tomar rápidamente cartas sobre el asunto que nos compete hoy, nuestra felicidad.
En estos momentos tengo mi cabello muy corto y rubio; hice la tarea y le pregunte a Juan, cuál era el look que a él más le gustaba, a lo que me respondió sin dudar, negro y sobre los hombros. Tal fue mi sorpresa, que tanto en mi boda civil, como la religiosa, mi cabello era negro y más largo de lo que lo tengo ahora, así que mi querida amiga, estoy en graves aprietos para poder cumplir con el estándar de belleza que complementará lo que hay en mi interior, pero sé que si pongo lo MEJOR de mi parte; podré bendecir, edificar, compartir y llenar los vacíos que he permitido que otros llenen por mí.
Vale la pena ceder un poco, por toda una vida feliz y realizada en el amor, ¡te lo aseguro!.
“La mujer ejemplar es corona de su esposo; la desvergonzada es carcoma en los huesos”.
(Proverbios 12:4 NVI)
Escrito para www.destellodesugloria.org