Vivieron felices y comieron perdices
Cómo llegar a ser la mujer de sus sueños Parte 1
Escrito por Lilo de Sierra
“Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba: «Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas.»”
(Proverbios 31: 28 – 29 NVI)
Tener claro el final feliz que todas queremos para nuestra relación de pareja, nos ayudará a no perder la perspectiva y a luchar no solo con las armas correctas, sino concentrando todos los esfuerzos en no desviarnos del camino que nos llevará a cumplir la meta trazada desde el principio.
Al casarnos emprendemos el camino para llegar a tener la familia soñada. Los cuentos de hadas existen y depende de nuestras decisiones y acciones que tanto nos acercamos o nos alejamos de lo que queremos alcanzar como esposas.
Cuando leí las siete características que todo hombre anhela de una mujer descritas por Sharon Jaynes, una de mis autoras favoritas, en su libro “La mujer de sus sueños” quedé estupefacta, al darme cuenta que la actitud pasiva en la que me encontraba al querer recibir de mi esposo TODO en bandeja de plata, no ayudaba para nada a la construcción de un hogar que honrara a Dios.
Había llegado el momento de hacer un alto y tomar la decisión correcta; actuar de inmediato para recuperar el terreno perdido y esforzarme mucho más en cambiar aquellas cosas que podía cambiar, para fortalecer mi relación con él a tal punto que pudiera motivar un verdadero cambio en él a partir de un testimonio de cambio real en mí.
Quiero invitarlas a hacer un recorrido por cada una de éstas características, para que juntas aprendamos a cómo llegar a ser esa mujer descrita en proverbios 31, alabada por su esposo y por sus hijos, valiente, fuerte, capaz de vencer sus temores y luchar como feroz guerrera para proteger su hogar.
La mujer con la que todo hombre sueña, cumple con los siguientes puntos clave:
- Ora por él.
- Lo respeta.
- Lo ama.
- Inicia una amistad íntima con él.
- Resguarda su matrimonio.
- Lo anima.
- Lo satisface sexualmente.
Amigas estamos en igualdad de condiciones, no soy una mujer perfecta, por el contrario a veces me dejo llevar por mis emociones creando caos a mi alrededor. Como ustedes, estoy ansiosa en agradarle a mi Dios, en ser la mejor esposa y mamá; aunque falle una y otra vez en el intento, me aferro a la fuerza que nuestro Dios me da para seguir hacia adelante sin importar que tan oscuro se vea el panorama. Sé que Dios tiene una recompensa maravillosa de amor y que al final seré transformada, solo necesito una pizca de fe y creer que absolutamente NADA es imposible para Él.
¡Juntas vamos a lograrlo!
“Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios —aclaró Jesús”.
(Lucas 18:27 NVI)
Escrito para www.destellodesugloria.org