Amarse unos a otros
Judas 1:21 Confíen todo el tiempo en el amor de Dios, y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo nos dará la vida eterna, pues él también nos ama mucho. Si confiamos en el amor de Dios permaneceremos en él, y nuestro galardón será la vida eterna, pero en todo tiempo debemos amar como él nos ama, amar sin medida y sin distinción de raza, tamaño, credo o color.
Juan 15:4 Si ustedes se mantienen unidos a mí, yo me mantendré unido a ustedes. Ya saben que una rama no puede producir uvas si no se mantiene unida a la planta. Del mismo modo, ustedes no podrán hacer nada si no se mantienen unidos a mí. 5 El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada. Jesús le habla sus discípulos y les dice claramente que debemos permanecer unidos a él, que tenemos que permanecer en su amor para poder amar, porque el propósito de toda iglesia es crecer y solo tomando del amor de Jesucristo podremos amar, desarrollarnos y dar frutos, para que más personas crean en él y puedan alcanzar la salvación y la vida eterna, pero separados de él no lograremos hacer nada, por tanto búsquenos la intimidad con Jesucristo, imitemos su vida de amor, misericordia y llevemos su mensaje de salvación a otros, seamos obedientes como él lo fue.
Gálatas 5:22 En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, Pablo cuando le habla escribe a la iglesia de gálatas les dice: que tenemos que ser llenos del Espíritu Santo de Dios, porque es el que nos hará amar a todos por igual, porque la presencia de Dios en nosotros dará el fruto del amor para amar.
Juan 15:8 Si ustedes dan mucho fruto y viven realmente como discípulos míos, mi Padre estará orgulloso de ustedes. 9 Así como el Padre me ama a mí, también yo los amo a ustedes. Nunca dejen de amarme. 10 Si obedecen todo lo que yo les he mandado, los amaré siempre, así como mi Padre me ama, porque yo lo obedezco en todo. Jesús les habla a sus discípulos y les dice que el verdadero discípulo es aquel que da frutos, y que Dios estará agradado con su forma de vivir, es por eso que nos exhorta a vivir en el amor, pero ese verdadero amor; como el que existe entre el padre y el, nos invita a amarle y que nunca nos apartemos de su amor, y si obedecemos en todo el siempre promete que su amor no se apartara de nosotros, pero debemos ser obedientes en todo como él lo fue con el Padre Santo.
1ª Juan 2:5 En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios. Juan el discípulo que estuvo con Jesús aprendió a amar como Jesús le amo, fue obediente a su mandato, necesitamos de ese gran amor, para poder amar y que otros crean y vean que de verdad somos amigos de Dios y que él vive y permanece en nosotros, porque miraran nuestra forma de amarlos.
Juan 15:12 Y esto es lo que les mando: que se amen unos a otros, así como yo los amo a ustedes. El mandamiento más grande dado por Dios; después de amarle a Él, es que nos amemos unos a otros como Jesús nos amó, y si permanecemos en su amor daremos mucho, mucho fruto y esta nación será conquistada no por las armas, si no por algo más poderoso, el amor de Dios.
Romanos 5:8 Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores. Dios nos demostró su gran amor al darnos una salida para salvación de nuestras almas, envió a Jesucristo su hijo único a morir por nosotros y que con su propia sangre hiciera un sacrificio por todos y para siempre, para darnos remisión de pecados, perdón, salvación y nos ofrece la vida eterna, pero todo esto tiene un precio: Obediencia en todo, sujeción y lo más importante dejarnos trasformar por su amor.
1ª Juan 4:16 Sabemos y creemos que Dios nos ama, porque Dios es amor. Cualquiera que ama a sus hermanos está íntimamente unido a Dios. 17 Si en verdad amamos a los hermanos, y si vivimos como Jesucristo vivió en este mundo, no tendremos por qué tener miedo cuando Jesús venga para juzgar a todo el mundo. Por fe estamos convencidos que Dios nos ama, porque él es amor, y el amor a nuestro prójimo refleja que de verdad estamos unidos a Dios, si amamos de verdad a los hermanos, y si vivimos imitando la manera de vivir de Jesucristo, entonces el mundo podrá ver que en realidad Dios existe y que Dios es amor, si vivimos en obediencia y buscamos imitara a Jesucristo en todo; entonces no tendremos miedo de la ira de Dios cuando seamos juzgados y de la venida de Jesucristo porque con amor esperamos su venida.
El verdadero amor de Dios se manifiesta en que él nos amó primero: enviando a Jesús su hijo a este mundo a morir por nosotros y se perfecciona con la relación íntima que construyamos con él, siendo obedientes como lo fue Jesús.
Juan 3:16 Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.
Padre bueno, Padre Santo por favor perfecciona tu amor en mí, para que yo pueda amar a mi prójimo con la misma intensidad con la que tú me amas, sin hacer acepción de personas que yo pueda amar como tú me amaste cuando era un pecador y que pueda yo amar a mi prójimo igual, de igual manera te pido por todas las iglesias de mi nación y del mundo entero, que el amor se perfeccione en cada una de ellas, te lo suplico por aquel que no te conoce y que aún no ha puesto su confianza en ti y en tu gran amor que le ayudes a hacerlo, en el nombre de Jesús amen.
CRISTO PRONTO VIENE
Autor: Hugo Leonel Orellana Martínez
Escrito para www.destellodesugloria.org