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Meditación: La voluntad de Dios

La voluntad de Dios

la voluntad de Dios

Dios es amor.

Hoy en día hay guerras por todos lados, la guerra en Israel la más notoria, la guerra entre pandillas, guerra entre narcotraficantes, la guerra entre traficantes de mujeres, la guerra entre traficantes de órganos, la guerra entre partidos políticos, la guerra entre las potencias económicas, todas estas están matando y destruyendo el mundo actual, están consumiendo a los más pequeños, pero hay un mal más doloroso y peor que cualquier guerra y que cualquier enfermedad mortal que está matando a miles de personas, y mata más almas juntas que todas las enfermedades y guerras, la indiferencia y la falta de amor al prójimo, hijos, esposas, padres.

Nos hemos vuelto insensibles a los padecimientos de otros, lo peor que entre nosotros los cristianos, evangélicos es notorio la rivalidad, las envidias y la falta de unidad y amor, pero esto tiene que cambiar, somos insensibles ante el hermano que padece hambre, del que está desempleado, esto tiene que cambiar, tenemos que accionar nuestra fe y que Dios vea nuestras obras.

Qué es la Voluntad: La voluntad es la intención o el deseo de hacer algo. Significa también ‘libre albedrío’. Se utiliza también para referirse a esfuerzo, coraje y determinación. En algunos casos, también se utiliza con el significado de ‘amor‘, ‘cariño‘. Procede del latín voluntas, voluntatis que deriva del verbo voló, velle (‘querer’, ‘desear’).

Entonces podemos decir que la voluntad de Dios es amarnos.

Juan 1:13 Son hijos de Dios por voluntad divina, no por voluntad humana. Dios te ha creado y te hizo a su imagen y semejanza, podemos decir que eres hijo de Dios porque la voluntad de Dios es amarte, rescatarte y transformarte en una persona de cambio y has sido adoptado como hijo por voluntad divina, por Dios.

Juan 6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Jesucristo nos habló claramente al decir que el vino a hacer la voluntad del padre, y que la voluntad de Dios es que nadie se pierda y que todos los que en el creen lleguen a obtener el  galardón prometido; la vida eterna.

Mateo 18:14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. La voluntad de Dios es que nadie se pierda y que todos lleguen a conocerle, que todos alcancen la salvación y la vida eterna, tenemos que dejar de ser indiferentes y salir a las calles a llevar el mensaje de salvación, ya no seamos indiferentes con las almas perdidas, llevemos el mensaje de amor, del amor de Jesucristo a otros.

1ª Tesalonicenses 4:3 Dios quiere que ustedes sean santos, que no tengan relaciones sexuales prohibidas, 4 y que cada uno de ustedes trate a su propia esposa con mucho respeto. La voluntad de Dios es que vivamos una vida en santidad para agradarle, la voluntad de Dios es que aprendamos a amar a nuestras esposas y darles el lugar que se merece, que las respetemos en todo sentido.

Colosenses 1:9 Desde el momento en que supimos todo eso, no hemos dejado de orar por ustedes. Y siempre le pedimos a Dios que puedan conocer su voluntad, y que tengan toda la sabiduría y la inteligencia que da el Espíritu Santo. La voluntad de Dios es que vivamos sabia e inteligentemente y llenos del Espíritu Santo, que vivamos en oración pidiendo en todo tiempo unos por otros, que crezcamos espiritualmente todos a un mismo ritmo, que nadie se quede atrás.

Filipenses 2:13 Porque es Dios quien los motiva a hacer el bien, y quien los ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere. La voluntad de Dios es que hagamos el bien a todos, siempre para agradarle a él, Él pone el querer como el hacer, para gloria de su nombre santo, cada vez que practicas hacer el bien estas dejando de ser indiferente a otros y el verdadero amor de Dios se refleja en nuestras acciones a través de los resultados que otros ven y creen por lo que ven.

Gálatas 1:4 Jesucristo siempre obedeció a nuestro Padre Dios, y se dispuso a morir, para que Dios perdonara nuestros pecados y nos librara de este mundo malvado. La voluntad de Dios es que fuéramos perdonados a través de Jesucristo su hijo amado, para darnos un reino celestial y sacarnos del reino terrenal, carnal y pecaminoso, a un reino eterno de amor junto a el

Romanos 12:2 Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto. La voluntad de Dios es que por medio de él seamos trasformados para su gloria y testimonio a las naciones, él quiere que vivamos diferente, debe haber un cambio notorio en nuestra forma de hablar, actuar y vivir, para que entendamos la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios para nuestras vidas y poder agradarle en todo a él.

Juan 17:2 Tú me diste autoridad y poder sobre todos los que viven en el mundo, para dar vida eterna a todos los seguidores que me has dado. 3 Esta vida eterna la reciben cuando creen en ti y en mí; en ti, porque eres el único Dios verdadero, y en mí, porque soy el Mesías que tú enviaste al mundo. La voluntad de Dios es que todos le conozcan a él y a su hijo Jesucristo y que a través de él reciban la vida eterna. Se vive en la voluntad de Dios a través de un acto de fe, creyendo que el existe y que es todo poderoso, soberano, que reina sobre todo y todos.

Indiferencia y falta de amor.

La indiferencia, por lo tanto, es un punto intermedio entre el aprecio y el desprecio. Si alguien siente aprecio, ese sentimiento resultará agradable y activo; en cambio, si siente desprecio, se tornará en algo que se pretende rechazar. Al mostrarse indiferente, el sujeto se vuelve apático al respecto.

Respecto a ciertos asuntos, la indiferencia es vista como un problema psicológico o social. Hay casos en que la persona indiferente puede ser acusada de insensible o fría, como si tuviera las emociones o los sentimientos anestesiados.

La voluntad de Dios es que cada día seamos mejores y que con esa nueva forma de vida infectemos a otros, lo digo así para que me entiendan, ya no infectemos a otros de odio, rencor, amargura, desánimo y desamor, infectémoslos de amor, del amor de Dios.

1ª Juan 3:10 Podemos saber quién es hijo de Dios, y quién es hijo del diablo: los hijos del diablo son los que no quieren hacer lo bueno ni se aman unos a otros.

1ª Juan 4:7 Debemos amarnos; Amados hijos míos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. ¿Tú conoces a Dios) la palabra es clara, el que no puede ver y soportar al prójimo por cosas que le ha hecho, aquel que no ama; no es de Dios, los mandamientos; Dios los dio para obedecerlos y este es un mandamiento, no tienes de otra tienes que pedir perdón y perdonar, para que el amor de Dios se perfeccione en medio de la iglesia.

1ª Juan 4:20 Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios, a quien no podemos ver. 21 Y Jesucristo nos dio este mandamiento: ¡Amen a Dios, y ámense unos a otros! La misma palabra te dice hipócrita, mentiroso, nos soy yo, lo dice la palabra; no puedes decir amar a Dios, si no amas a tu hermano ya sea de carne o de espíritu, porque la buena y perfecta voluntad de Dios es que vivamos en obediencia a sus dos más grandes mandamientos que son: Amar a Dios y amarnos unos a otros.

La voluntad de Dios es que le amemos solo a él como único y verdadero Dios, que aprendamos a vivir como una verdadera familia donde él sea el padre y nosotros sus hijos, la voluntad de Dios es que nos amemos unos a otros dentro de la iglesia y salgamos a las calles a regalar del amor que Dios nos da. La voluntad de Dios es que aprendamos a vivir como un solo cuerpo, unidos por un solo espíritu para poder llegar a la plenitud del crecimiento y madurez espiritual que él quiere que tengamos.

Gálatas 5:14 Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento: Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo. Si tienes que pedir perdón hazlo pronto, antes que el rencor y la amargura consuma tu alma, mate tu espíritu y seque tus huesos, ya no cayes más, ve y perdona.

Tú no estás solo, Dios está contigo siempre.

Dios te bendiga, y que el amor del Padre, el amor de Jesucristo y la unción de su espíritu Santo este siempre contigo, en el nombre de Jesús, amen.

Jesucristo Pronto Viene

Por Hugo Leonel Orellana Martínez

Escrito Para www.destellodesugloria.org