Lo que viene es mejor, que lo mejor que viví
¿Por qué hay gente que no es tan feliz? Porque la felicidad disminuye cada vez que nos comparamos.Tu bendición es tuya, tiene tu nombre, es para vos, para que la disfrutes. No la compares con otra, no dejes que te comparen.
En Jerusalén estaban haciendo el templo, pusieron los cimientos y aparecieron todo tipo de problemas: enemigos políticos, problemas económicos etc. y esas fueron las excusas perfectas para no seguir avanzando. Entonces empezaron a hacer sus casas, guardaban el dinero pero caía en bolsillo roto porque no estaban trabajando para el Señor.
Mientras lo construían lo empezaron a mirar y los más ancianos dijeron: “no es tan lindo como el de Salomón”; porque Israel años atrás había inaugurado el templo de Salomón y Dios literalmente bajaba en una nube y se llenaba todo de su gloria y en ese momento había muchos niños.
Pasaron unos años y los babilonios mataron a los adultos y a los niños se los llevaron cautivos y les destruyeron el templo; trabajaron de esclavos por 70 años. Los profetas les mandan a decir que los van a liberar y que volverían a Israel, los jóvenes dicen: “vamos a hacer el templo” y los viejos dicen “por más que lo hagan la gloria de Dios cuando éramos pequeños no se compara con esta”. ¡Y los jóvenes se bajonearon y dejaron de construir! catorce años desanimados y Dios les manda al profeta Hageo quien les dice:
“edifiquen la casa porque la gloria postrera será mayor que la primera” los jóvenes dijeron al escuchar esa palabra: ¡vamos a edificar!
Los viejos eran buena gente pero se quedaron en la gloria primera; los jóvenes se deprimieron y ahí apareció Hageo que significa “fiesta”, quien los desafío a terminar el templo del Señor y en cinco años lo terminaron.
La gloria postrera será mayor que la primera: en lo material es inferior pero en lo espiritual es superior¡Por ese templo muchos años después entró Cristo y ¡la gloria postrera fue mayor que la primera!
¿Cuál es nuestra prioridad?¿El trabajo, la carrera, tu casa? El templo simboliza nuestra relación con Dios, servía para que los judíos fuesen a adorar a Dios. Tu vida es tu templo y tiene que servir para que otros conozcan a Dios, somos “olor fragante”; que el señor pueda dar testimonio de ti, diciendo: “me trajiste esta gente a mi presencia”.
Nuestra prioridad es la construcción de una relación diaria con el Señor.
Mi nivel de victoria es mi nivel de compromiso. Si no hay compromiso, no hay victoria.Cuando Jesús tenía 12 años discutía con los doctores de la ley, cuando la mamá le preguntó ¿Qué haces acá? él le contestó: ES NECESARIO estar en los negocios de mi Padre.
Compromiso significa: «con promesa» te ataste a tu palabra. Tu sí es sí, y tu no es no. Te entregas ciento por ciento al proyecto que emprendiste.
Por eso, es necesario que nos comprometamos, poniéndole valor a nuestras palabras, porque si cumplimos con el deber vamos a volver en victoria.
Tenemos que pararnos en la acción, y para eso, la reflexión es el medio, pero si «pensar» no nos lleva a la decisión no sirve. La esperanza es desear que algo suceda, la fe es creer que va a suceder y la valentía es hacer que suceda.¡Dios te va a meter su gloria y será más grande que tu mejor momento!
Por Silvia Truffa
Escrito para www.destellodesugloria.org