Temas y Devocionales Cristianos

Jesucristo es a quien necesitamos, Él es suficiente

JESUCRISTO ES A QUIEN NECESITAMOS, ÉL ES SUFICIENTE

cruz1234Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente. Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará; PERO EL QUE SE MANTENGA FIRME HASTA EL FIN SERÁ SALVO. Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin. Mateo 24:11-13 (Nueva Traducción Viviente)

Desde que inicié mi vida en Cristo he contado con el privilegio de experimentar diversas circunstancias, de las cuales algunas han llegado a mi vida con el propósito de desviarme de la verdad, del camino y de la voluntad de Dios. Sin embargo, he sido afortunada porque la misericordia y la gracia del Señor me han alcanzado en cada situación y en lugar de alejarme de Él, estas experiencias me han servido para reconfirmar una vez más dónde debo poner mis ojos y de quién debo depender en todo tiempo, obviamente me refiero a Jesucristo.

Muchas veces en el afán de conocer a Dios me encontré en el camino con diferentes predicadores, autores de libros, pastores y en general líderes ministeriales a quienes escuchaba y de quienes tomaba ciertas enseñanzas que enriquecían mi crecimiento espiritual; desafortunadamente no puedo decir lo mismo de todos, pues algunos de ellos infundaron nuevas expectativas en esta área de mi vida debido a sus supuestas revelaciones y conocimiento del reino de Dios.

El peligro con este asunto es que sin querer y sin saber en qué momento, podemos ir adoptando algunas de sus vanas enseñanzas, lo cual nos aleja cada vez más del propósito de Dios y de su Verdad; y lo peor, es que todo esto obra de una forma muy sutil y sólo caes en cuenta del error por la misericordia de Dios quién te saca de esa oscuridad y de ese entenebrecimiento… ¡gloria a Dios!

Muchas personas se sienten seguras y firmes en el Señor porque tienen cierto nivel de conocimiento acerca de la Palabra, porque llevan muchos años en los caminos del Señor, porque son líderes ministeriales o porque administran una gran obra; sin embargo, la manera tan sutil en que podemos caer en el error nos deja en una posición un tanto vulnerable y no importa cuánto se sepa de la Biblia, que título ministerial se tiene o cuántos años se lleva siguiendo al Señor; precisamente la mayor debilidad que tenemos los seres humanos es confiar demasiado en nosotros mismos, lo cual nos pone en riesgo debido a la cantidad de ideologías y filosofías humanas que tergiversan o adulteran la Palabra de Dios y que cada día sobreabundan por todos los medios, incluso y desafortunadamente muchas veces en las mismas iglesias que dicen seguir a Jesucristo es donde más existe contaminación de la Palabra de Dios; y sí, lo más grave es que aquellos sedientos en su afán por pretender aprender y crecer en el Señor, o muchas veces por hacer crecer el ministerio, muy ligeramente van adoptando y enseñando a los demás conocimiento de hombre y no el conocimiento de Dios inscrito en su Palabra.

Hay infinidad de fuentes como lo son las predicas y los libros de terceros que dicen ser ministros de Dios, que pueden llevar a las personas a desviar su atención de la verdadera enseñanza que Dios les quiere dar a través de su Palabra; otra fuente como lo mencioné anteriormente, se encuentra en muchas iglesias en donde no es la Biblia quién rige las predicas del “ministro” sino las mismas predicas o libros de terceros que supuestamente tienen una revelación especial de la Palabra; y por otra parte, los perezosos espirituales que prefieren tragar entero, no les gusta estudiar y leer el Libro Sagrado, y se conforman con todo lo que les dicen o enseñan acerca de la Palabra y simplemente optan por repetir como loritos lo que aprenden; así entonces, ingenuamente se puede ir poniendo la mirada en el hombre y en sus engaños doctrinales y antibíblicos, en lugar de mantenerse firme en la sana doctrina que desde el inicio Cristo mismo ha testificado a través de las Sagradas Escrituras, sin añadidura u omisión alguna.

A lo que quiero llegar con todo esto hermanos(as) es que no podemos conformarnos con las enseñanzas que recibimos acerca del conocimiento de Dios, hay que escudriñar las Escrituras en todo tiempo, comparar todo lo que se escucha y se lee con la Palabra de Dios y si hay algo que se sale de contexto o no está escrito en ella, debemos desecharlo y sin importar a quienes desagrademos, debemos hacer sólo lo que nos enseña la Palabra, pues ese libro Sagrado es suficiente, Cristo es suficiente y no requiere interpretaciones ajenas a la verdad, la verdad que se encuentra inmersa en Él, en Jesucristo.

Que se nos quede bien grabado en nuestro corazón: La obra redentora de Jesucristo está completa, no existe ningún tipo de añadidura que debamos tener u otro tipo de obra o sacrificio que necesitemos para acercarnos a nuestro Padre Celestial, sólo Él nos lleva al Padre. Él es el camino, la verdad y la vida.

Si permanecemos en la vid que es Jesús, no necesitamos cumplir con rituales o ceremonias protocolarias para acercarnos a Dios; no necesitamos  amuletos o ritos para obtener la protección, las bendiciones o el respaldo de Dios; no necesitamos revelaciones fundamentadas en ideas y emociones humanas, no necesitamos aprender de alguien distinto a su Santo Espíritu, etc.…“Jesucristo es a quien necesitamos, Él es suficiente”.

Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 2 Juan 1:9 (Reina Valera 1960).

Pidamos a Dios discernimiento y misericordia para que nos ayude a permanecer firmes en su Palabra e impida que caigamos en vanas enseñanzas, que nuestros oídos y nuestros ojos estén abiertos sólo para aquellos ministros que fervientemente enseñan la verdad inscrita en las Sagradas Escrituras y que aquellos falsos profetas o maestros podamos identificarlos para alejarlos de nuestras vidas, en el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracias Señor Jesús por tu infinita misericordia, gracias por ayudarnos a permanecer en Ti!

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org