La Consagración
Introducción: Consagrarse es más que sacrificarse, es más que darse, es aún algo más que abandonarse a Dios. Consagrarse, en fin, es morir a todos y a sí mismo, no ocuparme ya de mi yo, más que para que mi ser interior mi yo se mantenga siempre sujeto a Dios. Consagrarse es, también, no buscarse en nada, ni para lo espiritual, ni para lo corporal, es decir, no buscar ya la satisfacción propia, sino únicamente complacer a Dios. Consagrarse es también apartarse, santificarse, prepararse para servir y llegar a agradar al único Dios.
2ª Timoteo 2:19 A pesar de todo, el sólido cimiento de Dios está firme y lleva esta inscripción: «El Señor conoce a los suyos», y «quien invoca el nombre del Señor aléjese de la maldad«.
1. ¿Por qué debemos consagrarnos?
a. Agradara a Dios. Colosenses 1:10 Así vivirán como el Señor se merece, agradándole en todo: dando fruto creciente en toda buena actividad gracias al conocimiento de Dios; Compartir con otros el mensaje de Jesucristo.
b. Obtener Galardones: 2ª Juan 1:8 Atención, no echen ustedes a perder lo trabajado, si quieren recibir el pleno salario. Apocalipsis 22:12 Voy a llegar en seguida, llevando mi salario para pagar a cada uno conforme a la calidad de su trabajo. Dios no se queda con nada, él le pagara a cada uno según fueron sus obras
c. Alabarle y adorarle. Juan 4:24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran han de dar culto con Espíritu y lealtad. Tenemos que dar a Dios la honra y la gloria debida a su nombre.
d. Someternos a su voluntad. Santiago 4:7 Por consiguiente, sométanse a Dios; resistan al diablo y los huirá. Tenemos que entregar toda área de nuestra vida a Dios, y someter nuestro yo a la presencia de Dios, que sea Dios el que gobierne por completo nuestro corazón.
e. Servirle a Dios y no al hombre. Colosenses 3:23 Cualquier cosa que hagan, háganla con toda el alma, como si fuera para el Señor y no para hombres, todo lo que hagamos en la vida hagámoslo para la honra y gloria de Dios, recuerda Dios es el que paga conforme a su gran misericordia. También dice la palabra maldito el hombre que confía en otro hombre.
f. No confiar en nuestra prudencia. Proverbios 3:5 Confía en el Señor con toda el alma, no te fíes de tu propia inteligencia; demos lugar al Espíritu Santo para que el haga la obra en nuestro ser, no hagamos nada por nosotros mismos, aprendamos a depender de Dios.
g. Vivir como peregrinos. 1ª Pedro 2:11 Amigos míos, como forasteros y emigrantes que son, les recomiendo que se mantengan a distancia de esos bajos deseos que nos hacen la guerra; Recordemos que en esta tierra estamos de paso, pero mientras estemos en ella demos la honra y la gloria a Dios en todo. Pablo decía en todo esto Dios me ha ayudado y sé que seguiría ayudándome.
h. Crecer y desarrollarnos espiritualmente. Efesios 4:15 En vez de eso, siendo auténticos en el amor, crezcamos en todo aspecto hacia aquel que es la cabeza, Cristo. Dios nos dio un maestro, Jesús, para que aprendamos de él y crezcamos espiritualmente, manso, humilde, paciente lleno de amor al prójimo, él siempre estaba haciendo milagros. Lleno del poder de Dios y dándole la honra y la gloria en todo.
i. Ofrecernos a Él. Romanos 12:1 Por ese cariño de Dios los exhorto, hermanos, a que ofrezcan su propia existencia» como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios, como su culto auténtico; 2 y no se amolden al mundo éste, sino váyanse transformando con la nueva mentalidad, para ser ustedes capaces de distinguir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, conveniente y acabado. Si le recibimos como señor y salvador, debemos buscar en todo momento servir a Dios, todos tenemos dones y capacidades que Dios nos ha dado, las cuales debemos poner a los pies de Dios; para servirle. Predicar.
j. 1ª Tesalonicenses 4:7 Dios no nos llamó a la inmoralidad, sino a una vida consagrada; 4:8 por consiguiente, quien rechaza estas instrucciones, no rechaza a un hombre, sino a Dios, el que les da su Espíritu Santo. Tenemos que buscar cada día morir al yo, recordando de donde nos sacó Dios; David decía bendice alma mía a Jehová el recordaba a su alma a ser de bendición y agradecida con Dios, tenemos cada día que buscar estar limpios ante sus ojos, recuerda nadie sabe cuándo morirá, pero tenemos que ser hallados limpios y agradables a los ojos de Dios, cuando sea el arrebatamiento de la iglesia.
k. Obtener la redención total. Romanos 3:24 pero graciosamente van siendo rehabilitados por la generosidad de Dios, mediante el rescate presente en el Mesías Jesús: Solo sometiéndonos integra y totalmente a Dios el trasformara y redimirá nuestra vida en el día del juicio de Dios.
2. Cómo consagrarse
a. Sintiendo necesidad. Salmos 69:3 Estoy agotado de gritar, tengo ronca la garganta; se me nublan los ojos de tanto aguardar a mi Dios. David clama y declara la necesidad de su alma de Dios, su hambre y sed de justicia de Dios. Él es quien le decía a su alma no te olvides de todos sus beneficios, agradece a Dios.
b. No contristar al Espíritu Santo. Efesios 4:30 No irriten al santo Espíritu de Dios que los selló para el día de la liberación; No cometamos pecados, no hagamos que el Espíritu de Dios que mora en nosotros se entristezca. Que nuestra forma de vida sea: santa, sin macha sin arruga, agradable
c. Obedecer por amor. Juan 14:21 El que ha hecho suyos mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama; y al que me ama lo amará mi Padre, y yo también; lo amaré y le manifestaré mi persona. Dios se manifiesta a través de su Espíritu Santo a todos nosotros, y quiere que vivamos en obediencia amándole a él como nuestro único Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Porque amando es como demostramos que verdaderamente Dios mora en nosotros, es por eso que debemos perdonar a todos siempre.
d. Poner por obra la palabra de Dios. Santiago 1:22 Lleven a la práctica el mensaje y no se inventen razones para escuchar y nada más, Tenemos que esforzarnos por leer la palabra de Dios pero es más importante obedecerla, haciendo todo lo que ella nos revela.
e. Huir del pecado Santiago: 7 Por consiguiente, sométanse a Dios; resistan al diablo y los huirá. 8 Acérquense a Dios y él se les acercará: lávense las manos, la palabra de Dios es clara en decir que: debe de haber un sometimiento a Dios de todo nuestro corazón para que podamos resistir toda tentación y acechanza de satanás, para la gloria de Dios.
f. Limpiándonos. 2ª Corintios 7:1 Estas promesas tenemos, amigos; por eso, limpiémonos toda suciedad de cuerpo ó de espíritu, y sigamos completando nuestra consagración con el respeto que a Dios se debe.
Apocalipsis 22:11 El que daña, dañe de una vez; el manchado, mánchese de una vez; el honrado, pórtese honradamente de una vez; el consagrado, conságrese de una vez«. Pablo le habla a la iglesia de Corinto diciendo: limpiémonos, es una condición para poder entrar al lugar santísimo, debemos consagrar toda nuestra vida por completo a Dios, en espíritu, alma mente y cuerpo. Juan hace una declaración: que el que se está limpiando siga limpiándose hasta le venida gloriosa en las nubes de nuestro señor y salvador Jesucristo.
Conclusión: 1ª Tesalonicenses 5:23 Que el Dios de la paz los consagre él mismo íntegramente y que su entera persona, alma y cuerpo, se conserve sin mancha para la venida de nuestro Señor, Jesús Mesías.
Es responsabilidad nuestra, consagrarnos para agradar y servir a Dios. Es responsabilidad nuestra buscar el crecimiento y desarrollo espiritual, para poder hacer la obra a la cual nos llamó el Señor Jesucristo.
Tú no estás solo, Dios está contigo siempre.
Dios te bendiga, y que el amor del Padre, el amor de Jesucristo y la unción de su espíritu Santo este siempre contigo, en el nombre de Jesús, amen.
Jesucristo Pronto Viene
Por Hugo Leonel Orellana Martínez
Escrito Para www.destellodesugloria.org